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Con un equipo bajo de estatura y sin centros naturales, el OKC recurrió a una estrategia obligada de "small ball" para vencer a los Clippers en un ajustado 134-128. Ante las lesiones de Chet Holmgren e Isaiah Hartenstein, el Thunder se alineó con jugadores que no superaban los dos metros. Shai Gilgeous-Alexander, de 1.98, fue el jugador más alto de la formación titular y Lu Dort (1.90) ofició de pivote. Pese a la desventaja en el rebote, el Thunder supo imponerse con velocidad y precisión desde la larga distancia, intentando 46 triples en sus 91 tiros, lo que evidenció la adaptabilidad del equipo bajo la dirección de Mark Daigneault.

Shai Gilgeous-Alexander fue, sin duda, la figura del partido y el líder indiscutible de este planteamiento innovador. Con una actuación sobresaliente, anotó 45 puntos, tomó nueve rebotes, robó cinco balones y bloqueó dos tiros, logrando un impresionante 61.9% en tiros de campo. Además, con este rendimiento, Gilgeous-Alexander hizo historia en el Thunder al ser el primer jugador en combinar más de 45 puntos y cinco robos en un solo juego.

A pesar de la diferencia física, Oklahoma enfrentó el partido con intensidad, tomando la delantera desde el primer cuarto y manteniendo el control en el segundo, donde marcaron 41 puntos contra los 29 de su rival. Sin embargo, los Clippers respondieron en la segunda mitad de la mano de Norman Powell, quien, tras un inicio apagado, logró 19 puntos en el tercer cuarto para reducir la ventaja. Los Clippers aprovecharon su superioridad en el rebote —capturando 56 contra los 34 de OKC— pero no fue suficiente para desbordar a un Thunder que, con tenacidad, se mantuvo en ventaja hasta el final.