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Siempre se habló del compromiso de la Generación Dorada, con Luis Scola como el gran abanderado de la Selección Argentina por más de 20 años. Y su semilla se esparció por la camada siguiente, con Facu Campazzo y Gabriel Deck como los grandes referentes. Ambos fueron campeones el domingo de la Copa del Rey de España e inmediatamente después viajaron para afrontar los duelos ante Chile.

Basta recordar el 2023, cuando el santiagueño en febrero viajó y llegó el día anterior al fatídico juego ante Dominicana, solo para ayudar al equipo, mientras que trabajó a contrarreloj para ser parte del Preclasificatorio Olímpico luego de haberse lesionado la rodilla.

El cordobés, por su parte, desde su debut en 2012 en aquel Sudamericano de Chaco con título incluido, no faltó nunca. Siempre fue parte, ahora ya por más de 12 años, con 91 partidos disputados y siendo ahora el capitán del seleccionado.

“Nunca dudé en venir. Vestir la camiseta de la selección ya es motivo suficiente para estar” dijo Facu en TyC Sports para graficar su sentido de pertenencia.

Deck, por su parte, tuvo su debut en 2015 y desde allí dio el presente cada vez que fue llamado. Acumula un total de 58 encuentros en estos ocho años desde aquel Preolímpico en México.

El compromiso es la herencia más importante que pueden dejar dentro de un periodo de recambio. Sin ir más lejos, esta convocatoria tiene a seis jugadores sumamente experimentados y que siempre tuvieron a la celeste y blanca como prioridad.

Nico Brussino no ha faltado desde su llegada al seleccionado en 2014 y fue el referente cuando los jugadores de Euroliga no podían jugar. Misma situación que Marcos Delía, que solo faltó en el pasado Preclasificatorio Olímpico desde su aparición en 2011, al igual que Nico Laprovittola, parte vital de esta camada que logró el subcampeonato en el Mundial del 2019.