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En Oberá cerrarán el año con mucha mala fortuna. Venían alternando buenas con malas, superando el golpe de quedar eliminados en la Liga Sudamericana, pero lo que vino después fue peor, porque en casa estaban invictos en la Liga y, cuando llegó el momento de enfrentarse a dos equipos fuertes (Platense y Boca), se conviertieron en un hospital. 

Primero se lesionó Pipi Barreiro con un microdesgarro. Se recuperó y en la práctica anterior al juego contra Platense, se torció muy mal un tobillo y quedó afuera, quizá ya hasta el 2024. Luego vino el turno de Carlton Guyton, que hace ya casi dos semanas que sufre dolor en el dedo pequeño del pie, tiene líquido y se está tratando con kinesiología y reposo. Y luego, ya en pleno juego contra Platense, José Ascanio (reemplazante del cortado Jerry Evans), en su primer partido, en el segundo cuarto, atacó el aro con mucha potencia y piso mal, esguinzándose también un tobillo. 

En definitiva, tuvieron 3 bajas para casi todo el partido contra Platense y el juego entero contra Boca. Pero la cosa no termina ahí. Cuando Oberá fichó a Charles Mitchell, acordaron contrato garantido hasta fines del 2023. Ahora, aunque Mitchell le aseguró a Fabio Demti que quería seguir, parece que cambió de opinión y decidiría irse tras el receso. 

Mitchell argumenta que tiene un tema familiar, donde está con un problema con su exmujer, madre de su hijo, y que debe estar cerca de Estados Unidos para cualquier eventualidad (¿México, Puerto Rico?). Sin embargo, podría haber algo más. El jugador no está ni en pleno rendimiento deportivo y, sobre todo, en buena forma física. Y eso, en la Liga, se nota, porque aunque el nivel deportivo no esté tan alto, sí lo está el atlético. Si a eso le sumamos los largos viajes, para Charles es una situación que no lo favorece. 

De todos modos, hace unos días le pidieron que, sea cual sea la decisión que tome, no la demore más allá de la semana que viene, para darles tiempo, en caso de irse, de buscar un reemplazo con antelación, sobre todo porque no es fácil reemplazar a un grande dominante como Mitchell. Por ahora, igual, está todo por verse.