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El baloncesto brasileño se encuentra en un estado de incertidumbre debido al desacuerdo entre los organizadores de la NBB y la Confederación Brasileña de Baloncesto (CBB), lo que podría llevar a la exclusión de los clubes brasileños del mapa internacional. La CBB retiró oficialmente el sello de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB), entidad encargada de organizar el Nuevo Baloncesto Brasil (NBB), lo que implica la pérdida del estatus de campeonato nacional de baloncesto de Brasil por parte de la liga. Esta decisión intensifica el conflicto que se originó en octubre del año pasado y que se esperaba que se resolviera a través de una mediación extrajudicial.

En enero de este año, Rodrigo Montoro, presidente de la LNB, mencionó en una entrevista con Estadão que la mediación sería la solución buscada para poner fin a la disputa entre la CBB y la LNB. Sin embargo, después de varios meses de proceso de mediación y reuniones con representantes de la FIBA, la CBB ha confirmado la retirada del sello de la LNB basándose en las decisiones de su Asamblea General y su Consejo de Administración, amparándose en las facultades previstas en su estatuto y en el estatuto y reglamento de la FIBA.

El conflicto entre ambas entidades se inició el año pasado cuando la CBB decidió cancelar el sello de la LNB a través de una votación en la Asamblea General. Esta excepción permitió que el torneo de la temporada 2022-2023 continuara su funcionamiento normal. Como resultado de esta decisión, el baloncesto brasileño podría contar en el futuro con dos campeonatos nacionales simultáneos, uno organizado por la CBB y otro por la LNB. Por su parte la LNB ya confirmó que sus competencias seguiran en vigencia.

La CBB comunicó que las competiciones organizadas por la LNB, como la NBB (Nuevo Baloncesto Brasil) y la LDB (Liga de Desarrollo de Brasil), ya no serán consideradas competiciones oficiales de la CBB o del sistema FIBA. Además, solo las competiciones organizadas directamente por la CBB, sus federaciones afiliadas y otras aprobadas serán reconocidas como competiciones oficiales del sistema CBB y FIBA.

Este conflicto entre la CBB y la LNB ha sido prolongado, y anteriormente la CBB había presentado demandas para la renovación del sello de la Liga Nacional antes de la creación de la NBB. Estas demandas incluían la inclusión de la imagen confederativa en el torneo, la relación con la confederación para organizar la Liga de Desarrollo, el respeto al calendario FIBA y la disponibilidad de jugadores para las ventanas, entre otros reclamos.

La retirada del sello y el apoyo de la FIBA a los torneos organizados por la LNB plantean interrogantes sobre si los principales clubes brasileños renunciarán a la posibilidad de participar en competiciones internacionales. La incertidumbre actual en el baloncesto brasileño se centra en si los clubes optarán por participar en la NBB sin la oportunidad de competir en torneos internacionales organizados por la FIBA, como la Basketball Champions League Americas (BCLA) y la Liga Sudamericana.

La situación entre la CBB y la LNB continúa sin resolverse, y el futuro de la NBB y su relación con las competiciones internacionales es una incógnita en este momento. Además, surgen interrogantes sobre a quién acudir en caso de lesiones, falta de pago u otros inconvenientes profesionales para los basquetbolistas argentinos que eligen jugar en Brasil. El conflicto también plantea dudas sobre la rentabilidad de participar en una liga sin el respaldo de la FIBA.