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Kyrie Irving volvió a la cancha tras 18 días de suspensión, anoche ante Memphis Grizzlies. El base jugó 26 minutos y anotó 14 puntos con un 5/12 de acierto en el tiro para regresar a la acción en el Barclays Center, tras su vinculación con convicciones antisemitas.

Los actos del jugador de 30 años tuvieron consecuencias directas en el discurso de grupos antisemitas, pese a que el jugador se disculpó y tuvo un largo proceso de reflexión y de diálogo con líderes de la religión judía.

Ayer, previo al partido de los Nets, cientos de personas se agruparon en las puertas del Barclays Center, con vestimenta con el logo del grupo extremista "Israel Unida en Cristo", para mostrar su apoyo al base. Por supuesto, ese respaldo no fue en lo deportivo, sino en las convicciones sociales, aprovechando la situación para posicionar al base como un mártir.

Los integrantes de este grupo son conocidos como los judíos de raza negra, y está relacionado con la película con tintes antisemitas "Hebrews to Negroes: Wake Up Black America", que Irving difundió a través de sus redes sociales. Se trata de un grupo radical que desde la década de los 60' expresó su antisemitismo, mostrando un discurso anti colectivos LGBT y con tintes xenófobos y misóginos. Predican ser los verdaderos israelitas de la biblia, ya que aseguran que los "supuestos judíos", robaron su identidad y derecho de nacimiento.

Según publicó Sopan Deb, periodista del 'NY Times', los grupos radicales portaban una hoja en la que exponían sus principios. "La verdad sobre el antisemitismo. Dicen que los negros y los hispanos son las '12 Tribus de Israel'. Sois los hijos de la trata de esclavos. No somos antisemitas, somos semitas", señalaban además de diferentes pasajes de textos sagrados.