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La ventaja de tener el Eurobasket con las estrellas completas recae en poder ver el progreso de jugadores con mucho potencial. O al menos, promete que en la temporada se vea un salto de calidad, si dicho jugador tuvo un gran verano. Este es el caso de Deni Avdija, que ha iniciado el torneo con Israel en modo superestrella. 

Previamente, hablamos sobre Finlandia y Lauri Markkanen, y cómo se convirtió en una estrella internacional en el viaje de los nórdicos al Mundial 2023. Ahora, Deni es quien ha dado un paso adelante, y demostró todo su esplendor en recursos ofensivos, como su élite defensa que vimos en la NBA. 

Avdija llegó a la NBA etiquetado como un "point forward". Un alero que puede manejar y pasar la pelota, frecuentemente comparado con Evan Turner, elegido en 2002 por los Boston Celtics. Deni tenía esas características, como su pique, atacar el aro y reconocer skip-pases, jugar el Pick and Roll y ser un cortador inteligente, moverse sin la pelota. Además, venía con deficiencias parecidas: el tiro y la defensa. 

Deni afrontó su primera temporada a la sombra de Beal y Westbrook, que se combinaron para ser el úo con mayor USG% en toda la NBA en 2020-2021. Luego del traspaso a los Lakers, Avdija tuvo el camino algo más libre para ser otorgado con la responsabilidad de tomar la pelota, que se incrementó cuando Beal quedó fuera de la temporada. Sin embargo, al no haber contado en su año rookie con las mismas oportunidades que le daban en el Maccabi, desarrollo una faceta impensada: ser uno de los mejores defensores perimetrales.

Para un jugador que era considerado como una desventaja defensiva en cancha, haber cambiado tanto de un año al otro es casi imposible. Pero Avdija se asentó como un jugador top en el rubro, y no fue sólo por un momento. Deni tuvo el segundo "matchup difficulty" más alto en los Wizards, detrás de Caldwell-Pope. Esto es, defenser al jugador más peligroso en ofensiva del rival. Y esto no fue un problema para los Wizards. Al contrario, Deni tuvo esa responsabilidad por ser la solución.

Ahora en el Eurobasket, ante Markkanen que se consolidó como un jugador top de FIBA, tuvo un papel monumental. Lo matuvo debajo del 47% en tiros, con 2 bloqueos sobre él y un robo. Y encima mostró un costado nuevo con la pelota, el scoring. Avdija nunca fue un anotador nato, pese a que en los Mundiales juveniles siempre lideraba en puntos. Ahora en este nivel es más difícil, pero en su primer juego ya mostró flashes de crecimiento. Con 23 puntos en la victoria por Overtime, su repertorio parece evolucionado, con mucho juego en isolation, y stepbacks desde el triple como el que anotó para igualar el juego y llevarlo al suplementario.

Si Avdija logra conseguir el protagonismo que tanto necesita para despegar, en Washington van a estar encantados de que el israelí les cayó en el puesto 8 en 2020, cuando estaba proyectado al top 5. Hasta ahora, en cada competición demostró algo nuevo en su juego, y parece que el Eurobasket no será la excepción.