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Un día como hoy, pero de 2007, Manu Ginóbili y Fabricio Oberto escribían una página dorada más en la historia del básquet argentino. Es que, con el triunfo de San Antonio por 83 a 82 ante Cleveland, los Spurs barrían al equipo liderado por un muy joven LeBron James y lograban su cuarto título en la historia, el tercero para el bahiense y el primero para el oriundo de Las Varillas.

Precisamente el escolta fue la gran figura del juego, goleador del equipo de Gregg Popovich con 27 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias, saliendo desde el banco como sexto hombre. A su vez, tuvo 17.8 puntos, 5.8 rebotes, 2.5 asistencias y 1.3 robos.

“Ser el goleador es un hecho circunstancial, pero ser importante definiendo un partido decisivo, es fantástico. Es lo más hermoso del básquet” contó Ginóbili en El Gráfico.

Por su parte, el pivote fue titular y tuvo una planilla de 7 unidades y 5 recobres, anotando un doble y falta que fue festejado con Tim Duncan y fue la foto de su carrera en la NBA. “Fabricio Oberto con el doble más grande de su vida” expresó el relator del juego, dejando en claro la importancia de la conversión del argentino. “Esa jugada creo que desequilibró el juego a nuestro favor” dijo el cordobés.

“Me pu­so muy fe­liz ver­lo tan con­ten­to en su pri­me­ra fi­nal en la NBA. Y ver­lo cam­peón. Tu­vo una re­per­cu­sión tre­men­da que lo hi­zo sen­tir im­por­tan­te. La se­rie con­tra Utah, que de­fi­nió el Oes­te, le vi­no bár­ba­ra por­que fren­te a un equi­po con ju­ga­do­res al­tos y ás­pe­ros, fue ideal pa­ra su es­ti­lo de fa­jar­se” expresó un Ginóbili que estaba muy contento por su hermano de la vida campeón.

El MVP casi indiscutido de las finales fue el francés Tony Parker, con 24.5 puntos, 5 rebotes y 3.3 asistencias. Por su parte, Duncan tuvo una enorme serie final, con 18.3 unidades, 11.5 recobres y 3.8 pases gol.