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Las carreras de los jugadores de la NBA, para aquellos que son realmente buenos y se convierten rápidamente en jugadores franquicia, dura lo que dura su primer contrato de 3 o 4 años. La renovación luego de eso va de la mano de lo que haya dado el equipo en esos años y lo que proyecta a futuro, por eso que la situación de Bradley Beal está bastante clara, deberá marcharse de Washington si quiere tener aspiraciones.

La capital nunca ha sido un destino interesante para las estrellas de la NBA y los Wizards ya rara vez son contendientes en el Este, mucho más desde la partida de John Wall. Bradley Beal estuvo a tono junto a Russell Westbrook la temporada pasada para meterse en los playoffs por la ventana, pero las aspiraciones son bajas y no hay un panorama claro de que es lo que va a hacer Washington.

Por eso que en este mercado de pase el escolta ya sentó su posición de escuchar todas las ofertas para charlarlo con su familia y obviamente le cierre lo deportivo y económico. “Considero mucho la opinión de mi familia sobre qué quieren hacer, donde quieren vivir y en donde se sentirían cómodos. Obviamente que el equipo importa mucho y en la posición que estoy es basante surrealista, se habla de unos números locos que se vuelve incontrolable. Esta situación la asumo de frente, tengo que hacer lo mejor para mí. Es divertido estar en esta posición, tengo un poco de ansiedad porque tengo que tomar la decisión y el tiempo corre, ya estamos en junio y aún no se que será de mi futuro”, expresó Beal en una charla con Taylor Rooks.

Luego agregó: “Sé en qué se basará mi decisión y será en donde sienta que puedo ganar. Eso va a ser clave. Si siento que puedo ganar en DC, me quedaré. Voy a trabajar duro, a competir y a hacer lo posible para el equipo sea mejor. Si será en otra parte, será exactamente ingual, el mismo compromiso. Haré lo que sea mejor para mí, no puedo preocuparme por lo que digan los demás. La gente puede proyectar lo que sea, pero yo solo sé donde me sentiré mejor y pueda tener aspiraciones”