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Partiendo de que las finales para ganarlas, primero hay que jugarlas, Quimsa e Instituto están regalando una verdadera batalla en esta definición de la Liga Nacional. Ambos equipos expusieron sus mejores armas y sus mayores debilidades a lo largo de estos cuatro partidos y ahora, cuando solo queda una última chance, se puede analizar de qué lado estará la mayor presión por ganar.

Por el lado de los santiagueños la cuestión principal pasa por ser local, un plus que suele jugar a favor si se arranca dominando el partido y en contra, si es el rival el que pega primero. Y en esta serie final, el que comenzó mejor fue el que ganó el partido, por eso que la concentración y dejar atrás los nervios rápidamente serán fundamentales para hacerse con el título.

Si se habla de nervios, algo inusual en él, Sebastián González se ha mostrado muy eufórico desde el juego uno, ya sea festejando los puntos o buenas acciones de sus dirigidos, lo cual está perfecto, pero también perdiendo demasiado los estribos con las protestas para con los fallos arbitrales, por caso en el último partido le clavaron una técnica al final del encuentro que molestó hasta sus propios jugadores. Las pulsaciones a mil a veces lleva a este tipo de comportamientos, pero también está esa presión en Santiago donde por segundo año consecutivo están en la final, ganando la fase regular con autoridad y rubricar con un título, es algo que a esta altura se vuelve necesario para enmarcar un gran ciclo de la Fusión, donde por ejemplo logró ser campeón de América.

Por estos últimos factores y por ser local, Quimsa tendrá ese punto de presión extra para quedarse con el campeonato. Por su parte, Instituto esquivó un balazo en el cuarto punto, dominó en el primer cuarto, pero después se quedó y casi lo pierde, lo cual hubiera sido muy doloroso por el hecho de malograr un título sufriendo dos derrotas en fila en casa. Nico Romano hizo gala de su experiencia en finales y sacó a flote al equipo, y a juzgar por el festejo de Lucas Victoriano, siempre tranquilo desde la banca, La Gloria se sacó una mochila de encima al forzar el quinto partido.

Esto no significa que no van a ir a ganar el título a Santiago, pero en Córdoba al menos no se quedaron con las manos vacías e ir de punto es un rol que en esta serie la sentó bien. En el primer juego casi lo gana de atropellada y en el segundo fue sólido de principio a fin. Si logra imponer condiciones de entrada, está claro que los fantasmas de ir corriendo otro juego desde atrás, para Quimsa puede resultar muy tedioso y peligroso.

Las presiones serán para los dos, algunos protagonistas la absorberán mejor que otros. Está claro que Quimsa es quien tiene mayor obligación por estar en la misma situación por segundo año consecutivo, además de ser local e Instituto tendrá lo propio por estar tan cerca como aquella vez cuando no pudo en el séptimo partido ante San Lorenzo.

Dos equipos que se lo merecen, dos equipos que tienen la temporada en positivo, pero el deseo de ganar es más fuerte, como el amor del Tango Feroz. Solo uno podrá gritar campeón, y desde ya que lo tendrá bien merecido.

Mauro Osores / [email protected]

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