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Milwaukee Bucks seguramente no es ni será nunca una franquicia Top 3 en la NBA, porque no está en una de las ciudades/mercados top de los Estados Unidos (New York, Los Ángeles, Chicago, San Francisco), pero si lo que se mide es el rendimiento económico de su negocio, le está pasando el trapo a casi todos en la última década. ¿Por qué? Vayamos a datos. 

La franquicia fue comprada por inversores, liderados por 4 personas: Wes Edens, Marc Lasry, Jamie Dinan y Mike Fascitelli, este último con bastante menos participación. Se la compraron por 550 millones de dólares a Herb Kohl, que la había adquirido en 1985 por 18 millones. Un buen negocio, aunque no tanto como el de sus compradores.

Kohl (en el medio, el más anciano), con los nuevos compradores de Milwaukee, en el 2014

Lasry es un multimillonario, dueño de un fondo de inversión, mientras que tanto Edens como Dinan son también dueños de firmas de inversión y todos con capital superior a los 1.200 millones de dólares, según Forbes. Tanto Kohl como sus nuevos dueños tienen fuertes lazos con el Partido Demócrata (Kohl fue senador, Lasry uno de sus donantes más fuertes), y por eso los Bucks siempre han sido líderes en las movidas por la justicia social. Incluso, desde el 2016, los Bucks no se hospedan en ningún hotel de la cadena de Donald Trump, por sus diferencias con su presidencia. 

Pero vayamos al tema dinero. Más allá de la gestión deportiva, que incluyó la enorme suerte de recibir a un equipo que había drafteado un año antes a un pibe flaquito y larguísimo con un apellido impronunciable (Antetokounmpo), los nuevos Bucks tenían un proyecto claro: primero construir un nuevo estadio, que costó 524 millones, pero que tuvo 250 de aportes del estado para su financiación. Incluso Kohl puso una parte también. Luego, armar alrededor del propio estadio una especie de mini ciudad Bucks, el Deer District, o Distrito de los Ciervos, en español.

Pero todavía hay mucho margen para el crecimiento, económico y deportivo. Giannis ha sido una llegada providencial y tiene solamente 27 años, con toda una carrera por delante. Quizá no tengan las luces de las grandes ciudades, pero han demostrado que, para generar dinero, eso no es lo único importante.