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Mark Price, el eficaz menospreciado

10:54 08/05/2022 | Siempre la metía, sea de dos, de tres o de libres y con pocos gestos elocuentes en su rostro. Un oficinista en la NBA ochentosa y noventosa.

Mark Price y su fina estampa con la 25 de Cleveland (Foto: getty)

La NBA es show, lo fue ayer, lo es hoy y lo será mañana. No solo es básquetbol, también es marketing y misma condición rige para los jugadores. Están aquellos que son buenos y excéntricos, acaparando muchas miradas y hay otros muy eficaces en la cancha, pero con un perfil bajo y entonces su talento se diluye o queda circunscripto solo a los fanáticos del equipo donde juegue. Mark Price en Cleveland es uno de los grandes y de quien se puede afirmar que solo LeBron James  lo superó en idolatría. Su historia en Ohio es bien rica y fue buena desde un principio, a pesar de que su llegada se dio sin mucho glamour y tras una cesión de Dallas que lo eligió en el puesto número 25 de la lotería de 1986.

Mark Price fue de esos jugadores subestimados, infravalorados, pero que rendían mucho y de esos de los que no te das cuenta y en su casilla personal ya te había anotado 15 puntos habiendo fallado pocos lanzamientos. Nació un 15 de febrero de 1964 en Oakland y su nombre en el baloncesto se fue generando en su estadía en la Universidad de Georgia Tech, donde ganó un título estatal ante North Carolina en 1985, antes de llegar a la NBA.

En esos años como prospecto de la NCAA, Mark ya mostraba sus atributos como buen lanzador  (17.4 puntos con 48% dobles, 44% triples y 85% libres, buen pasador (4.0 asistencias) y buen defensor (1.9 robos). Esos buenos rendimientos le valieron ser un prospecto a seguir y también tener la participación en USA Basketball en los Juegos Panamericanos de Caracas en 1983 junto a Michael Jordan y Sam Perkins como figuritas y haciendo un buen trabajo como para ser tenido en cuenta al año siguiente en los JJOO de Los Ángeles  1984, aunque luego no fue citado.

Mark tuvo un primer año en Cleveland, bastante bueno como suplente por detrás de John Bagley en unos Cavaliers que además tenían al pivote Brad Daugherty, Ron Harper y Larry Nance, un elenco prometedor. Su año rookie fue con 6.7 puntos y 3.0 asistencias con un porcentaje mayor al 40 en dobles y triples en casi 20 minutos, en un equipo que estuvo lejos de llegar a los playoffs con 31 victorias y 51 derrotas.

En el segundo año Lenny Wilkens le dio la confianza al joven Mark y este acrecentó sus números de gran manera siendo la manija organizadora de la ofensiva con 16.0 puntos, 6.0 asistencias y un 48 por ciento en tiros de tres, además de que mostraba ser perspicaz para los robos y ostentaba un interesante 1.7 por juego.  Los Cavs tuvieron nueve victorias más  (40) que le alcanzaron para llegar a la postemporada, algo que se repetiría a lo largo de la estadía de Price en Cleveland, antes de ser canjeado a los Warriors, luego de siete años.

Su excelsa mano para lanzar lo puso en el mapa, siendo seleccionado cuatro veces para el Juego de las Estrellas y ser miembro cuatro veces de los equipos ideales de la NBA (en 1992/93 en el primero y en las ocasiones restantes estuvo en el tercero). Price era un jugador con números sólidos y por ejemplo lo hecho en la 92/93, donde terminó con 18.2 puntos y 8.0 asistencias corroboraba que no fue descabellado haber pensado en él como miembro del Dream Team original. Sobre su no designación en el mejor equipo de todos los tiempos, Mark indicó: “Obviamente que me sentí lo suficientemente bien como para estar en ese equipo, no desentoné. Pero había muchos muchachos que podían estar en el equipo y los que quedaron no puedes decir que haya uno que no se lo mereciera, más allá de Cristian Laettner, quien era el elegido por la NCAA”.

“Sin un proceso de prueba, dado que no existía la opción de vencer a alguien en la cancha como lo hacen ahora. Al haber sido elegido cuidadosamente el plantel, definitivamente sentí que merecía estar en el equipo”, aseguró, marcando su personalidad para poder decir eso y también habiendo refrendado todo eso con buenas actuaciones a lo largo de su carrera.

Mark llegó a la NBA cuando Magic Johnson y Larry Bird dominaban la escena y apenas empezaba a asomar Michael Jordan. Por eso que Price tiene debilidad por el 33 de los Celtics: “Larry es un legenda y está bien que su apodo sea ese. Podía hacer cosas que otros no con su tamaño y además fue el primer hombre grande en animarse a tomar muchos tiros de tres puntos. Defendía duro en varias posiciones y en ataque podía jugar tanto dentro como fuera, con una gran visión de cancha”.

Si se compara con la NBA actual, Price ostenta una marca que aún sigue siendo muy exclusiva y es la del club 50/40/90. Esto se refiere a los porcentajes en un misma temporada por encima del 50 por ciento en dobles, del 40 en triples y del 90 libres, donde solo él y seis jugadores más lo lograron a la largo de la historia. Steve Nash, Stephen Curry, Kevin Durant, Larry Bird, Reggie Miller y Steve Keer son los otros apellidos ilustres miembros del club mencionado.

En la referencia a los tiros libres y la importancia que tienen estos para definir juegos, nunca fue un sufrimiento para Mark viajar a la línea y rara vez fallaba. Lo más bajo para Price fue un 83.3 por ciento en su año como debutante y de ahí para arriba, llegando por ejemplo a un 95 en la temporada 1992/93, donde convirtió 289 libres sobre 305 intentos. En playoffs sus números sobre la línea de los suspiros fueron aún mejores, por arriba del 94 por ciento de aciertos.

No está entre los 100 mejores de la historia, aún no es un Hall of Fame, pero sí que se hizo valer a lo largo de su carrera y si no fuera por las lesiones hoy se hablaría de otra forma de Mark Price, no solo por su aspecto oficinista y su prodigiosa mano para los libres, sino por haber sido uno de los mejores de la época en su puesto, pero sus últimas temporadas con cambios de equipos, lesiones y fracasos le bajaron el precio a todo lo hecho anteriormente.

Por todo esto siempre será Mark Price, el eficaz menospreciado.

Mauro Osores / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @osoresmauro

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