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La Liga Nacional de Argentina tiene una de las mejores reglamentaciones del deporte nacional en cuanto a la resolución de las deudas con los deportistas profesionales. Puede sentir orgullo de lo que se llamó desde siempre el libre deuda, necesario para poder competir. Un club que no puede presentarlo al comienzo de la temporada (antes, en realidad), no está habilitado para jugar.

El libre deuda es, como su nombre lo indica, un formulario que cada club debe presentar en una fecha entre el fin de una temporada y el comienzo de la otra, en la que deben estar las firmas de todos los jugadores de la campaña anterior, confirmando que no quedó deuda con ellos. Hasta aquí, la parte formal. Este informe viene a cuento de lo que ayer publicó Silvio Santander en relación a lo que San Lorenzo le adeuda. 

Primera aclaración. El libre deuda, hasta la temporada pasada, era solo con los jugadores nacionales y entrenadores, ni extranjeros ni resto de cuerpo técnico-médico. Pero desde esta 2021/22 entran todos, incluidos médicos, preparadores fìsicos y hasta utileros. Sobre los contratos presentados en blanco. De todos modos, y lamentablemente, aquí empiezan a jugar un montón de otras cuestiones que destiñen a esa excelente reglamentación. Por un lado, está el costado en negro de los salarios. Cada vez es mayor el dinero que se les paga por fuera del contrato que se presenta formalmente ante la AdC. Esto es porque muchos contratos superan el tope permitido para ser monotributista, y eso implicaría pasar a ser responsable inscripto (pagar IVA, entre otras cosas), algo que prácticamente no hace nadie. 

Tampoco los clubes están muy interesados en que se blanqueen los contratos reales, porque para eso deberían justificar de dónde sale el dinero, aunque la realidad es que las entidades sin fines de lucro, y menos en el básquet, no son muy auditados, salvo casos como Boca u otros clubes de fútbol. 

El otro problema que existe es que las deudas que quedan al final de la temporada, en general se terminan financiando por parte de los jugadores, para que justamente los clubes puedan presentar el libre deuda firmado por todos. El tema aquí es que, si los pagos (cheques posdatados), vienen rebotados, ya no hay reclamo posible con la AdC y hay que recurrir a la justificia ordinaria. 

Este es el caso de varios jugadores de San Lorenzo del año pasado, y de otros clubes en estos años, aunque con menor repercusión. Hicieron tratos que luego no se cumplieron, y ahora están viendo cómo cobrarlos. Lo de Santander, lamentablemente, podríamos decir que está dentro de los casos menos graves (duele decirlo así, pero es la realidad), ya que varios jugadores que aceptaron cubrir su deuda con un plan de pagos de 4 cuotas (agosto-setiempre-octubre-noviembre) no cobraron, hasta hace 15 días al menos, ninguna. Algunos, dos. 

En el caso de los entrenadores, además, cuando se desvinculan de un club, como Santander en San Lorenzo, se debe presentar ante la AdC el convenio de desvinculación. En este caso, ese convenio estuvo, y fue el que publicó ayer Tinelli. Pero luego no se cumplió en tiempo y forma, más allá de que, a diferencia del de los jugadores, una parte grande se canceló.