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Austin Reaves saltó a la fama en el último juego de Los Angeles Lakers con un triple en el último segundo que le dio la victoria a su equipo ante Dallas Mavericks. Sin embargo, no todo ha sido color de rosas para el jugador nacido en Newark, Arkansas, hace 23 años.

Apodado Hillbilly Kobe, término usado para describir a personas de las áreas rurales, como el pequeño pueblo de donde Reaves proviene, al verlo en la pretemporada los periodistas se preguntaron si no se había equivocado de lugar.

Su nombre saltó a la fama a nivel nacional cuando anotó 73 puntos y llevó a su secundaria, Cedar Ridge, a ganar el campeonato estatal. Pero hace tres años casi nadie consideraba que podría jugar en el nivel universitario, donde había debutado en la 2016/17 en Wichita State, con 4.1 puntos de promedio. Además, sufrió una cirugía de hombro izquierdo y se dislocó tres veces el derecho, lo que no le permitió crecer como se esperaba.

Sin embargo, luego de dos temporadas allí y una en blanco por haber pedido el traspaso, finalizó sus estudios en la 2020/21 en la universidad de Oklahoma, con 18.3 puntos, 5.5 rebotes y 4.6 asistencias de promedio, además de un interesante 44.3% en tiros de cancha. En esta universidad llegó el apodo antes mencionado, puesto por el asistente Anthony Rini: “No soy un montañés, pero sí puedo decir que nací en el medio de la nada, en Arkansas. Crecí en una granja, supongo que el apodo encaja”. El Kobe es claramente por su fanatismo por la leyenda de los Lakers, Kobe Bryant.

Completado su paso en la NCAA, se presentó al último Draft pero no fue elegido. A partir de ahí tuvo que demostrar en la Summer League, donde firmó con Los Angeles Lakers. Allí, 6.6 puntos, 3.8 rebotes y 2 asistencias, además de un tiro ganador que mostró la fortaleza mental del base.

Ya en la pretemporada, quien dio un paso al frente y lo apoyó fue nada más ni nada menos que LeBron James: “Vi muchos vídeos suyos cuando firmó con nosotros y ya vi que podía ser un jugador de la NBA desde el principio. Tiene el tamaño, el juego en pick and roll, el tiro, el pase, el coeficiente intelectual… hay mucho en él, encaja muy bien con nosotros”.

Con la estrella de su lado, Reaves firmó un contrato dual, que le permite a los Lakers utilizarlo en la NBA o mandarlo a la G-League cuando quieren. 17 partidos después, muchos lo llaman el nuevo Alex Caruso y la franquicia está más que contenta de haber apostado por este joven que desde el campo trabajó para llegar a lo más alto.