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Cuando llegó a Oklahoma, Reggie Jackson era un jugador muy importante y un proyecto a seguir cuando jugaba con Durant, Westbrook y Harden en aquel poderoso y joven Thunder que llegó a las finales de la NBA.

Quizás una floja relación o mismo celos de Westbrook, terminó por buscar su destino en otro lado como en Detroit Pistons. Allí alternó buenas y malas en un equipo que no arrancó nunca y el cambio a Clippers era por demás saludable para su carrera, pero las lesiones lo limitaron mucho y hasta lo pusieron en un segundo orden de jerarquía dentro del equipo.

Pero en el deporte la cabeza lo es todo, ganó confianza en estos playoffs y retornó a la vida, siendo ese jugador que amagó con ser una estrella en sus inicios en Oklahoma. Los 17.8 puntos, 3.4 asistencias, 40 por ciento en triples son la muestra de la vuelta de Reggie Jackson a la competencia fuerte, a codearse con los mejores y por eso que en conferencia de prensa dejó salir todo ese alivio de haber podido sobreponerse a la adversidad de querer y no poder por las limitaciones físicas.

“Lo primero que tengo para decir es gracias a mi equipo por salvarme. Agradezco a Paul George por tenerme cerca en el vestuario el año pasado. Agradezco por la experiencia de estar aquí en esta ciudad que me ha acogido como en mi casas, a la organización, a todos”, destacó Jackson entre lagrimas.

“Mi décimo año fue el mejor, el más desafiante, el más divertido. Era un año en el que no sabía si iba a jugar con tantos altos y bajos que tuve, más lesiones, estaba enfocado en ganarme mi espacio”, expuso de entrada para luego darle las gracias a Los Ángeles Clippers por la contención de estos dos años.

Sin duda que un punto de inflexión para su carrera, Reggie Jackson se relanzó y ahora estará listo para volver a intentarlo la temporada que viene con los Clippers, desde este 2021, su segundo hogar.