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Para disputar la 21° jornada de la Euroliga, el Real Madrid viajó hacia Estambul, donde lo esperaba el Darussafaka. El conjunto turco estaba hundido en la última posición de la tabla, pero hace algunas semanas había sorprendido al Baskonia en su cancha. Concentrados para que no los sorprendan, los de pablo Laso salieron a imponer condiciones. Con una férrea defensa que no propició tiros cómodos para los turcos, mantuvo bajos los porcentajes rivales, y fue efectivo con sus propios lanzamientos. Los 4 triples que consiguió fueron fundamentales para la ventaja de 7 puntos al cabo de los primeros 10 minutos.

En el cuarto siguiente mantuvo su dominio, sobre todo en los tableros donde doblegó al Darussafaka (bajó 13 rebotes contra 6 rivales). El juego asociado, para la creación de tiros a pie firme o espacios para penetrar, continuaron siendo el recurso predilecto de los madrileños, que aumentaron la diferencia en el tanteador a 15 al momento del descanso largo.

El tercer chico vio como los locales mejoraron su nivel defensivo y no permitieron triples del Real Madrid. El trámite del partido se equilibró y el Darussafaka se llevó el parcial por 21-19, que no afecto sustancialmente el resultado global. Aunque fue un aviso sobre lo que vendría en los 10 minutos finales.

El equipo local salió a llevarse por delante al Real Madrid, que se vio desbordado por el juego rival. Con un magro 27% de campo en el cuarto final, el nivel de los visitantes se desmoronó. Pero se sostuvieron por la serenidad de sus jugadores en los momentos definitorios. Campazzo y Tavares aseguraron la victoria para el cuadro español desde la línea de libres.