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San Antonio se ganó una vida extra el pasado domingo, venciendo a Golden State en el cuarto punto de la serie y evitando así la barrida por 4-0. Sin embargo, ahora el desafío para los dirigidos por Ettore Messina es doble: están obligados a ganar como visitantes, algo que les ha costado horrores durante toda la campaña. Y encima, deben hacerlo ante un rival con el poderío de los Warriors.

El juego arrancará a las 23.30 de nuestro país y por supuesto que tiene el condimento de lo que pueda suceder a futuro con Manu Ginóbili, quien aún no ha tomado una decisión con respecto a su continuidad para la 2018/19. En ese contexto y con los de Kerr como amplios favoritos a llevarse el triunfo, hay posibilidades de que hoy presenciemos lo último del bahiense como profesional. ¿Tendrán algo para decir los texanos al respecto?

Para conseguir dar la sorpresa, San Antonio debe repetir dos factores claves que lo ayudaron en el Juego 3: el primero fue la intensidad defensiva, algo que no siempre han mostrado al jugar fuera de casa. Durant va a conseguir sus puntos, pero si de alguna manera pueden limitar la contribución del resto, sobre todo de Thompson, tendrán parte de la batalla ganada. El problema es que el escolta viene de anotar apenas 12 puntos en el último encuentro y para un tirador de su calidad, sería raro tener dos noches consecutivas tan imprecisas.

El otro factor decisivo para los Spurs pasa por su eficacia perimetral: no la tuvieron en los primeros tres partidos, pero mejoraron notablemente en el cuarto. San Antonio es un equipo sin demasiadas armas para desequilibrar ofensivamente, por lo que no solo depende de su habitual movimiento de pelota, sino además de aprovechar al máximo cada lanzamiento abierto que pueda conseguir. Sin una buena eficacia en triples, sencillamente no tienen el suficiente arsenal como para dañar a estos Warriors.

Por más lejana que parecía la chance al momento del 0-3 en su contra, un triunfo de los Spurs esta noche pondría la serie en un lugar muy interesante, con Golden State al frente por 3-2 pero teniendo que volver a San Antonio para un sexto juego. Si la visita logra pasarle algo de esa presión al dueño de casa, podría tener algunas chances más de las esperadas, aunque hay una realidad inaludible: los de Messina no solo tienen que hacer un juego perfecto, sinó además esperar otra noche poco inspirada de un rival con mucho más talento y recursos.