San Martín está atravesando una mala racha con respecto a los lesionado. A la baja de Jeremiah Wood se le sumó en el partido anterior la de Matías Lescano y el susto por Juan Pablo Cantero. Con ese panorama, el Rojinegro afrontará los últimos ochos partidos del año, con la meta clara de mantener el puesto de privilegio en la Conferencia Norte. Charlamos sobre esto con Leonardo Mainoldi.
- ¿Están con la cabeza en mantener el número 1? ¿O también, con estos bajones tienen que ver con cuidarse un poco por haber tenido una ventaja importante en el Norte?
- Yo creo que es un poco de todo. A lo mejor cuidar o mantener lo que hicimos a lo largo del año, de estar ocho meses ahí arriba siempre primeros o segundos. Mantuvimos esa posición y ahora, quedando tan poco hay que defenderlo. Realmente sería a lo mejor una picardía quedar terceros. Puede pasar, pero lo más importante es tratar de llegar lo mejor posible en cuanto al físico y en la química de juego del equipo. Hemos tenido dos partidos malos de manera consecutiva; el día del clásico fue de lo peor que hicimos en la temporada y el equipo estaba con algo pendiente. Hemos hablado con respecto a qué era lo que había pasado, la razón por la que habíamos cambiado tanto. Más allá de la posición en la que terminemos, que también es importante porque de reojo se mira, hay que llegar enteros y bien con respecto al nivel de juego. Creo que es fundamental para esa altura.
- Sin Wood el equipo es otro y conta Obras perdieron a Cantero y Lescano durante el juego. ¿Sirve de excusa o había algo que realmente ustedes no estaban haciendo bien?
- Excusas no hay ninguna. Está claro de que Wood es un jugador más que importante, el referente nuestro; descansamos bastante con él cuando está en cancha, nos genera muchas cosas y no tenerlo se nota. Hay que tratar de que no se note tanto. Pero bueno, contra Obras perdimos dos jugadores, el equipo hizo un esfuerzo extra a nivel físico y de concentración y sacamos adelante un partido que fue durísimo, en el que se jugaban muchas cosas. Tenemos que tratar de seguir mejorando, agarrar ese juego de San Martín que nos ha traído hasta acá estando arriba durante casi toda la temporada: tratar de defender duro, poder correr, sentirnos cómodos. Es cuando se ve el mejor San Martín que queremos ser, pero está claro que también los rivales nos van conociendo y tratan de evitar esa parte. Pero, sobre todo tenemos que defender duro y poder jugar a campo abierto, que es como nos sentimos cómodos.
- ¿Cómo funciona la cabeza de un jugador cuando en un Liga de 56 partidos jugás bárbaro más de 40 y cuando se están acercando los playoffs hay algo que no está funcionando tan bien como antes? ¿Te preocupa mucho o genera incertidumbre?
- No, preocupa nomás que en el momento para tratar de solucionarlo. Todos los equipos pasan por algún bajón en un momento, son muchísimos partidos y es difícil estar siempre a esa altura. Creo que lo máximo de derrotas consecutivas nuestras fueron dos, en todo el torneo y también eso habla de que el equipo se repone rápidamente después de perder y trata de recuperarse. Creo que es eso, tratar de volver a agarrar esa sensación positiva de cómo veníamos y no olvidarnos que nos faltan jugadores. No es excusa, pero tratamos de seguir sumando y no pensar mucho más. Quedan ocho partidos durísimos, realmente tenemos un calendario muy complicado en el que trataremos de defender la primera posición para, sobre todo, volver a encontrar esa buena química y dinámica que teníamos a nivel de juego.
- Imagino que tienen ganas de que termine la fase regular para que empiecen los playoffs y para tener esos 15 días para dar el último espaldarazo en la preparación para la postemporada. ¿Cuán importante es este período de terminar y tener esos días libres o por lo menos sin jugar?
- Si, es fundamental. Tenemos partidos durísimos y sobre todo con rivales que están ahí arriba y van a estar dentro del pelotón que va a clasificar a playoffs. No solo de la Norte, sino que de la Sur también, por lo que creo que va a ser una buena medida para ver cómo estamos hoy y ver después lo que viene en 15/20 días. Realmente es una buena vara como para saber dónde estamos y qué tenemos que trabajar esos días que ojalá tengamos de descanso, porque no están asegurados todavía. Eso sirve para preparar lo más lindo y lo más duro también.
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