El Angolazo II: cómo murió la inmortal España
18:03 11/09/2014 | Lo que no podía pasar, pasó. Resumen de un proceso que vuelve a mancarse de local, como en 1992 y 2007
MMSi en algo nos parecemos argentinos y españoles es en sobredimensionar las cosas. Y en ser número uno en exitismo. Cuando tenemos algo bueno, no hay nadie mejor que nosotros. No hay, no puede haber, no debe haber, es imposible que haya.
Pero el deporte, que no es una ciencia exacta, juega permanentemente en contra de esas posiciones absurdas, muchísimas veces generada por una mezcla de condimentos: la prensa (protagonista central normalmente), los dirigentes, el público (al que le encanta que le vendan que son los mejores) y los propios protagonistras.
Es una especia de trampa consentida entre todos, porque, en el fondo, todos sabemos que eso que nos están vendiendo no existe como tal. Pero nos engañamos con guiño cómplice, total nadie se va a dar cuenta si no ocurre el desastre.
El problema llega cuando el desastre sí ocurre. No solamente por el desastre, sino porque salen a la luz todos los secretos perfectamente guardados, que todos apañaron en su momento. Entonces Navarro se queja de la preparación del juego (¿y los juegos previos?), entonces ahora ven que Marc Gasol se fue el día previo para el nacimiento de su hija, entonces ahora todos ven que Orenga no está capacitado para el cargo (¿y a instancias de quién fue elegido?), entonces ahora Ricky no tiene tiro (nunca lo tuvo), entonces por qué Calderón juega poco (¿y en todo el resto del Mundial?), entonces, entonces, entonces.
Lo curioso es que no es la primera vez que ocurre, y tampoco la primera vez que pasa en España. El antecedente más parecido es, sin dudas, el Angolazo de 1992. En los Juegos Olímpicos de Barcelona, España debía pelear por una medalla, pese a no tener particularmente un gran equipo, para ser sinceros. Pero nadie pensaba que Angola la iba a dejar afuera de la segunda fase, y menos que le ganaría ¡por 20 puntos! Fue 83-63 y quedó para la historia deportiva del país como el Angolazo. Ah, una curiosidad. La 13 de ese equipo español la tenía Juan Antonio Orenga.
En el 2007 la importancia de la derrota fue otra, porque fue en la final. Ocurrió el 16 de setiembre de ese año, en el mismísimo Palacio de los Deportes de Madrid. España venía de romper con su mochila de no ganar, al llevarse el título en el Mundial 2006, pero un año después, cuando tenía todo armado para festejar el Eurobasket en casa (¿le suena?), mancó en la final ante una Rusia que la dejó en 59 puntos y le ganó por 1, errando Pau Gasol la última bola, la del campeonato.
Esto, sin embargo, tiene otro tenor. Quizá mayor a todos, aunque lo de Angola suene todavía más duro, por la calidad del rival. Las similitudes, de todos modos, son muchas: exitismo, localía, derrota impensada, eliminación temprana. ¿Cuáles fueron las causas ahora?
Es fácil hablar con el diario del lunes, pero los responsables aquí son muchos. Seguramente algunos le caerán a José Luis Sáez, presidente de la FEB, pero a decir verdad, si hubiese que elegir a quien menos incidencia tuvo es a él. De hecho, solo le faltó hacer viajar a Estados Unidos en colectivo a Barcelona para armar todo lo posible a favor de España: grupos, ciudades, traslados y, la cereza en el postre, una semi en Barcelona dos días antes de la final, con estadio nuevo para la definición del torneo, mientras España ya estaría instalada desde casi 10 días antes allí.
La prensa también tiene una gran responsabilidad, al menos en la parte del exitismo. En España, absolutamente nadie habló nunca del camino a la final. Solamente de la definición contra Estados Unidos, el único rival que podía ganarles. Y dale con eso, y dale con eso. Nadie esquivó sumarse a la fiesta anticipada.
¿Y Orenga? Es responsable, eso está claro, pero ¿no era el entrenador que querían los jugadores? ¿Alguien que no los moleste en sus gustos especiales -entrenar poco, algunos permitidos como fumar, etc- y que no sea muy cargoso, como lo era Aíto? ¿Ellos no sabían antes que Orenga, que nunca había dirigido a un equipo profesional, no estaba preparado ante la menor oposición tácticamente seria?
Los jugadores, entonces, son los grandes responsables de esta historia. Por algún motivo, Orenga prefirió a Ricky y Chacho en la base sobre Calderón, y los dos hombres más carismáticos en la media cancha no tuvieron reacción ante Francia. Porque el único partido que hay que analizar es Francia en cuartos. Lo anterior fue sarasa, para la gilada. ¿Para qué desgastarse contra España si no cambiaba nada demasiado? Lo mismo que le ha ocurrido a Estados Unidos en varios torneos.
En el juego que debían empezar a dar lo mejor (cuartos), no tuvieron respuesta anímica, ni lectura de lo que estaba pasando, ni un gran compromiso (defensivo o solidario). Alguno buscó salvarse solo, solo uno lo consiguió (Pau Gasol), otro tuvo una primera declaración a la prensa insólita (Navarro diciendo que no habían preparado bien el partido) y el resto empezó a sufrir el efecto contrario por parte de la prensa.
Allí todos se acordaron que Marc Gasol viajó el martes a Barcelona para estar en el nacimiento de su primera hija (se dice que durante todo el torneo tuvo un avión privado estacionado primero en Granada y luego en Madrid listo para llevarlo a Barcelona cuando naciera la niña), también todos recriminaron el olvido de Felipe Reyes en el banco (ahí estamos de acuerdo), o que Ricky no tiene tiro exterior. Las miserias de la derrota.
Siendo que ocurre por tercera vez en España, quizá la próxima, si es que la tienen con un grupo tan maravilloso como este, convendría intentar ir contra la esencia del español y buscar ser un poco más cautos, para que el golpe, llegado el caso, no haga tanto ruido como esta vez.
Fabián García (Enviado especial a Madrid, España)
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