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En la previa, teniendo en cuenta los protagonistas de uno y otro lado, además de las propuestas de los equipos, podía esperarse un partido abierto y de ida y vuelta. Los primeros minutos parecieron confirmaron esta teoría, con ataques dinámicos y sobre todo, de altos porcentajes.

El arranque del juego tuvo un duelo muy claro: Gianella por Quimsa y Scala por Regatas, liderando a sus respectivos equipos en el goleo desde la base. Igualmente, todo era muy parejo y transcurridos cinco minutos, las diferencias entre uno y otro eran mínimas.

El primer en sacar una pequeña diferencia fue el visitante. Regatas falló en un par de ataques consecutivos y una ráfaga de Romano dejó a los santiagueños al frente. Casi sobre la chiciharra, Tintorelli convirtió de dos para cerrar el parcial adelante por 27 a 22.

Tras el descanso, el segundo cuarto presentaría un trámite igual de entretenido, aunque con otras características. Por empezar, ambos comenzaron a forzar situaciones en el poste bajo, con Regatas intentando sacar provecho de los escoltas (Haag y Jackson) que marcaban a Espinoza, mientras que Quimsa haciendo lo propio con Tintorelli contra Saiz.

En ese panorama, la visita tuvo algo de mayor éxito, no sólo manteniendo el liderazgo, sino que extendiéndolo (33-26). El dominio del juego interior fue por fin complementado desde el perímetro, esta vez con una bomba de Diego García para que los suyos tomen una máxima de 10 unidades.

Quimsa parecía tener todo controlado para llegar al entretiempo con una buena ventaja, pero no sería tan así. Como en el principio del partido, Scala volvió a dañar a la defensa fusionada pero ahora se le agregó un buen tramo de Javier Martínez en la doble-base. Los de Santander aflojaron ofensivamente y de esa manera, el marcador (42-37) se emparejó.

Lejos del ritmo de la primera mitad, la segunda comenzó con mayores trabas e imprecisiones. Especialmente del lado de Regatas, que tardó varios minutos en mover su marcador, acumulando una seguidilla de pérdidas. Quimsa lo aprovechó y con un triple de Battle, más dos libres de Gianella, se escapó por diez.

El único que estaba certero con el aro en el local era Espinoza, dueño absoluto de todos los puntos de su equipo, durante varios minutos del tercer parcial. De todas maneras, el campeón seguía sacando provecho del doble pivote, ya sea con Battle o Tintorelli posteados, para mantenerse en el liderazgo.

Aunque en la zona pintada Quimsa dominaba el encuentro, no tenía la fluidez y la explosión de otras ocasiones, casi sin chances de tiros de tres puntos ni contraataques. El mérito de Regatas pasaba por mantenerse a tiro, algo que potenció con un triple agónico de Scala, para cerrar apenas 56 a 51 abajo.

El mejor momento de los correntinos iba a llegar en el primer pasaje del último parcial, aunque en realidad, mucho iba a tener que ver en eso Quimsa. Es cierto que el dueño de casa mejoró defensivamente, pero también lo es que la visita perdió cualquier tipo de ideas y de efectividad, tardando unos 5 minutos en anotar.

El problema para los de Casalanguida, fue que a pesar de la sequía de su rival, tampoco pudieron encaminar demasiados puntos en el otro costado. De todas maneras, con un buen rato de Leiva (luego abandonó el campo con una luxación de hombro derecho, que lo dejará afuera entre uno y dos meses) y una bandeja exigida de Martínez, el partido se empató en 61.

Ya contra la pared, el aro por fin se le volvió a abrir a la Fusión. Gianella, de muy buen partido, concretó una penetración y más tarde, David Jackson le puso su sello a la noche con un triple decisivo. Regatas tuvo un último empuje para ponerse a dos, pero desde la línea, García sentenció el 69 a 65 final.

De a poco, y todavía lejos de su mejor versión, Quimsa va consiguiendo funcionamento y especialmente resultados. El campeón está presente y seguramente, toda la Liga lo sigue con mucha atención.