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El nombre de Nikola Pekovic, recordado por su potencia física en la pintura con los Minnesota Timberwolves, vuelve a los titulares, pero esta vez por razones muy lejanas al deporte. Según confirmó el medio montenegrino Vijesti, un BMW X5 blindado de su propiedad fue incautado por la policía en una serie de redadas al norte del país. El conductor del vehículo era un militar activo, y en su interior se hallaron armas, drogas, un detector de micrófonos y pastillas controladas. Las autoridades señalan a Pekovic como un miembro de alto rango dentro del grupo criminal liderado por los hermanos Saric.

Pekovic, de 39 años, había sido previamente relacionado con estructuras ilegales tras su retiro del básquet profesional. Su nombre figura en los registros de la policía como integrante del grupo delictivo que dirige Darko Saric, uno de los narcotraficantes más peligrosos de los Balcanes, conocido por mover grandes cargamentos de cocaína entre Sudamérica y Europa.

Durante los operativos, la policía montenegrina detuvo a varios sospechosos e incautó armas, drogas, motos y hasta chalecos antibalas. Además del auto de Pekovic, uno de los detenidos se negó a realizarse pruebas toxicológicas y otro tenía un subfusil M53 en su casa. Todo forma parte de una ofensiva para desarticular a las bandas del norte del país, donde el ex NBA parece tener un rol mucho más oscuro que el de simple aficionado al lujo y la seguridad personal.

Con su pasado en el básquet europeo y en la NBA, Pekovic fue durante años una figura respetada e incluso llegó a dirigir la federación de básquet de Montenegro. Pero su presente parece vinculado a una vida clandestina y peligrosa, bien lejos del parquet.