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El partido de hoy frente a Canadá fue el Nº 133 en la carrera de Luis Scola en la selección. Desde su debut en el Sudamericano de 1999 en Bahía Blanca, pasó mucho tiempo, 16 años, pero Luifa sigue estando y, de hecho, es el hombre con más partidos en la historia con esta camiseta.

Pero los años, para él, no pasan. Hoy, por 12º vez en su carrera con la selección argentina, superó los 30 puntos, algo impresionante si contamos que es prácticamente el 10% de los partidos que jugó con el equipo.

Quedó a 2 de su máxima, 37, que anotó en dos ocasiones: frente a Brasil en el Mundial del 2010, en el memorable partidos de octavos de final, y frente a Rusia en los Juegos Olímpicos del 2008. Este último fue curioso. A la Argentina no le servía para casi nada ganarle a Rusia, y debía cuidar el físico para los cruces posteriores. Pero Scola no quiso descansar: jugó los 40, metió 37 y Argentina ganó 91-79. Fue la primera vez que Luis pasaba los 30 en un torneo internacional con Argentina mayor. 

Pero si en un torneo lo suyo fue impresionante fue en el Mundial 2010, cuando metió 30 o más en 5 partidos seguidos, en 10 días, aunque 4 de ellos, los primeros, los anotó con un solo día de descanso entre medio. Fue el goleador del torneo con un número que ya no se ve más: 27.1 por partido.

Pero Luis no se queda con los 35 de hoy o los 37 de máxima. Quiere más, y quiere que el equipo juegue mejor. Por eso cuando terminó el juego, se encargó de hacer la autocrítica: "Cuando jugamos al básquet, se acabó el partido. Pero después no sé qué pasa por nuestra cabeza que nos desconcentramos, y empezamos a que te robo una pelota, que te agarro de la camiseta, te agarro el brazo, me tiro al suelo, quiero sacar una falta de tres estirando la pierna...un montón de cositas y vivezas que creemos que nos dan ventajas pero al final nos complican. Si podemos eliminar esas cosas, que son las más fáciles de eliminar, vamos a tener muchas más chances de ganar los partidos". Un crack.