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Un 20 de diciembre del año 2005, Kobe Bryant jugó uno de los partidos que más marcaron su carrera. Demostró toda su capacidad anotadora y frenó cuando lo vio necesario; podría haber conseguido una hazaña más grande y hacer algo que terminó logrando semanas después. Hoy se cumplen 19 años del día en que la Mamba le metió 62 puntos a Dallas en tres cuartos y luego no salió a jugar más.

Los Angeles Lakers recibían a los Mavericks de Dirk Nowitzki, y Kobe se desataría desde temprano. El partido terminó 112 a 90, y Kobe clavó 62 tantos en 3 cuartos. Phil Jackson envió al asistente Brian Shaw a preguntarle a Kobe si quería volver al partido en el periodo final y terminar metiendo 70 o más. Kobe se negó y le dijo a Shaw que tendría otra noche como esta.

Curiosamente, el 22 de enero de 2006, algunas semanas después de aquel mítico partido ante Dallas, Bryant realizaría su gran noche anotadora y le clavaría 81 puntos a los Toronto Raptors, cumpliendo con su palabra y demostrando que, cuando apretaba el acelerador, era completamente imparable.