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Las ligas universitarias de Estados Unidos son grandes competencias, con estructuras importantes y con las principales entidades educativas jugando al máximo nivel. En estos días, el básquet está en etapa de definiciones y muchas historias salieron a flote de diversos protagonistas.

Una de las historias más sensibles y conmovedoras es la de Mark Fisher, asistente técnico de San Diego State, una de las grandes sorpresas del March Madness. El hombre de 44 años lidera el cuerpo técnico del entrenador Brian Dutcher y en las transmisiones se lo puede ver en una silla de ruedas.

Mark sufre una enfermedad terminal: Esclerosis lateral amiotrófica, conocida con la sigla de ELA. Enfermedad del sistema nervioso que debilita los músculos y afecta las funciones físicas. Las células nerviosas se degradan, lo que reduce la funcionalidad en los músculos con los que se conectan. Se desconoce la causa. Los medicamentos y la terapia pueden reducir el avance de la ELA y el malestar, pero no existe una cura.

Se le detectó en 2011 y fue empeorando con el correr de los años. Mark tiene una relación especial con Dutcher, hace varios años que trabajan juntos en el equipo de la universidad, una década, cuando Steve, padre de Mark, era el entrenador principal.

Steve Fisher logró el título de la NCAA en 1989 con Michigan State, entrenó al recordado equipo de los Fab Five y en 1999 se unió a San Diego State, allí se mantuvo hasta 2017 cuando decidió jubilarse.