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Pocos jugadores tienen una opinión positiva tan compartida por los demás, no solo compañeros sino también por los rivales. Es uno de los pocos que puede darse ese privilegio es Tim Duncan. El interno de Islas Vírgenes tuvo una excepcional carrera en San Antonio Spurs y dio cátedra dentro de la cancha y fuera, fue un consejero y un maestro para sus compañeros de equipo, pero también para sus rivales.

Dedreck Etan Thomas fue un pivote que llegó a la NBA luego de ser elegido por Dallas en la posición 12 del draft de 2000. Los Wizards lo hicieron debutar en la liga estadounidense en la 2001/02 y jugó hasta la 2008/09 en Washington. Luego jugó dos años más antes de retirarse definitivamente. Pero en los Wizards vivió una de las experiencias más locas de su carrera y él propio lo contó.

“Un día estábamos jugando contra Spurs y recibí la pelota en el poste bajo. Hice un fundamento con el pie y dio un giro hacia el medio para meter un gancha saltando, pero Duncan me dio una tapa. Mientras volvíamos, me dijo: "Ese fue un buen movimiento, pero tenés que meterte más sobre mi cuerpo, así podés sacar la falta o al menos evitar que yo te la tape", contó Thomas. Además, el pivot relató que "en el momento no sabía si hablaba en serio, así que simplemente lo miré con confusión y le dije ok”.

“Luego, un par de jugadas más tarde, hice el mismo fundamento un poco más sobre su cuerpo y no pudo taponarlo. Erré el lanzamiento, pero Tim me miró y me dijo "mucho mejor", y siguió jugando. Me acuerdo que le conté la historia a mis amigos. Honestamente, Duncan es una de las personas más agradables de la NBA y uno de los mejores internos de la historia. Respeto”, finalizó el pivote.