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En un mundo donde cada talento joven es monitoreado hasta el cansancio, la historia de Nikola Jokic desafía toda lógica. Misko Raznatovic, uno de los agentes más influyentes del básquet europeo, confesó que nunca vio jugar al serbio antes de representarlo. “Es la historia más loca del básquet europeo,” afirmó Raznatovic en el podcast Best in Class de SKWEEK. Una revelación impactante para un jugador que hoy ostenta tres premios MVP de la NBA y un anillo con los Denver Nuggets.

Todo comenzó con simples números en un diario serbio. “Leí los resultados de la liga U-18 y vi que un chico había hecho 28 puntos y 25 rebotes. Me quedé impresionado,” relató Raznatovic. La siguiente semana, Jokic repitió la hazaña con 30 puntos y 27 rebotes. Pero lo increíble fue la respuesta de su propio scout: “Conocía a todos los chicos de 10 años, pero no sabía quién era Nikola.” Esa ignorancia marcó un punto de inflexión: Jokic estaba fuera del radar, incluso en su propio país.

Sin perder tiempo, Raznatovic mandó a su equipo a Sombor, el pequeño pueblo natal de Jokic. “Queríamos saber si sus rebotes eran por talento o por ser biológicamente más grande. Nos dijeron que estaba un poco pasado de peso, pero que era muy diferente a los demás, muy talentoso.” Dos días después, Misko conoció a la familia Jokic y firmó al joven sin verlo en acción. “En 30 años, fue el único jugador serbio que firmamos sin haberlo visto jugar,” reveló, subrayando lo extraordinario del caso.

Jokic no era valorado ni por su propio equipo juvenil. “Nunca lo invitaron a jugar con los mayores. Solo participaba en juniors,” recordó Raznatovic. Fue en Mega Basket donde el entrenador Dejan Milojevic lo integró a los entrenamientos del primer equipo y todo cambió. En meses, Jokic pasó de ser una incógnita a titular indiscutido. El resto es historia: una carrera meteórica que hoy lo posiciona entre los mejores de todos los tiempos.

Más de una década después, Jokic sigue desafiando expectativas. Raznatovic lo resume con una mezcla de asombro y orgullo: “Este tipo se mantuvo en las sombras. Esa lectura de diarios ayudó mucho al mundo del básquet.” Un giro del destino que convirtió a un adolescente desconocido en el gigante que hoy domina la NBA.