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Oklahoma City Thunder ha demostrado que su defensa perimetral es de élite. En la victoria 118-112 sobre Boston, sus defensores redujeron a los actuales campeones a un pobre 20 de 63 en triples. Luguentz Dort dejó fuera de combate a Jayson Tatum (4/13 triples), Cason Wallace secó a Jaylen Brown y Shai Gilgeous-Alexander incomodó a Jrue Holiday. Cuando los Celtics lograban penetrar, Chet Holmgren los esperaba en la pintura y los limitó a un 5 de 14 en tiros.

No es un caso aislado. Cuando estos equipos se enfrentaron en enero, el Thunder redujo a Boston a su peor partido de la temporada, con apenas 92 puntos y un 20% en triples. Los números reflejan la consistencia de su trabajo: OKC lidera la liga en porcentaje de triples permitidos (33,5%), y su quinteto defensivo es una pesadilla. Gilgeous-Alexander es el N°1 en "win shares" defensivos, Jalen Williams es tercero y Holmgren, séptimo. Dort y Wallace también figuran entre los 25 mejores en esa métrica. 

Si hay un jugador que encarna esta mentalidad es Luguentz Dort, quien debería ser el máximo candidato a Defensor del Año. Su tarea no siempre se traduce en estadísticas avanzadas, pero los rivales lo sufren en carne propia. Sus asignaciones de la temporada hablan por sí solas: sostuvo a Anthony Edwards en un 6 de 16, a Kyrie Irving en 7 de 22, a Donovan Mitchell en 3 de 13, a James Harden en 2 de 8, a Tatum en 3 de 10, y a Lauri Markkanen en 2 de 12. 

El premio al Defensor del Año parecía reservado para Victor Wembanyama hasta su lesión. Luego, Jaren Jackson Jr. tomó la posta, pero su problema en el tobillo abrió el panorama. Ahora, con figuras como Evan Mobley y Dyson Daniels en la carrera, Dort tiene la oportunidad histórica de romper con la hegemonía de los interiores en este premio. En lo colectivo, la mezcla de físico, disciplina y agresividad, hace de la defensa del Thunder una anomalía en una liga cada vez más orientada a la ofensiva.