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En el corazón de Salt Lake City, un verdadero vendaval deportivo se gesta bajo el liderazgo del magnate Ryan Smith. Este visionario empresario, cofundador de Qualtrics y dueño del Utah Jazz, no se conforma con tener un equipo de básquet en la NBA. Su ambición apunta mucho más alto: transformar a Utah en un faro deportivo de renombre nacional e internacional. Desde la adquisición del equipo de hockey, ahora rebautizado como Utah Hockey Club, hasta su participación en el Real Salt Lake de la MLS y los Utah Royals de la NWSL, Smith está invirtiendo a lo grande en el futuro deportivo del estado. Incluso logró convencer a figuras de la talla de Dwyane Wade, una leyenda del básquet, para unirse como socio minoritario, lo que demuestra el enorme poder de convocatoria de su proyecto. 

Pero la visión de Smith trasciende el deporte profesional. Su influencia se extiende con fuerza al ámbito universitario, especialmente en la Brigham Young University (BYU), su alma mater. Recientemente, la joya del básquet colegial, A.J. Dybantsa, eligió jugar para BYU, en un acuerdo que se estima de 7 millones de dólares. Si bien Smith niega haber tenido una participación financiera directa en este fichaje estelar, sus reuniones con el padre del jugador y su asesor financiero evidencian su interés en impulsar el deporte en la universidad. Este compromiso no se limita a lo económico; Smith enseña una clase en la escuela de negocios de BYU y participa activamente en la estrategia deportiva de la universidad.

Smith busca romper con la idea de que Utah es una plaza menor. Smith busca patrocinios más importantes, mejores acuerdos televisivos e innovaciones en la transmisión de los partidos. Su influencia en la NBA, incluso, lo llevó a formar parte del comité de medios, participando en la negociación de los nuevos derechos de transmisión. Su objetivo es claro: cambiar la percepción que se tiene de Utah, tanto en el ámbito deportivo como en el tecnológico. Y un factor crucial que refuerza esta visión es la designación de Utah como sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2034, un evento del que Smith formó parte activa en el proceso de candidatura y que sin duda impulsará aún más el desarrollo de la infraestructura y el interés deportivo en la región.