Basquetplus.com

Los directivos de New York Knicks, pese a no haber entrado a los playoffs, tienen este año una sola cosa que agradecer, y es la temporada de Los Angeles Lakers. El fracaso de LeBron y compañía hizo que menos ojos reposaran sobre el nuevo fracaso de la franquicia neoyorquina, que no solo no entró ni a playoffs ni a play-in, sino que quedó realmente lejos: a 6 victorias del 10mo del Este, Charlotte.

Enumerar los errores de los Knicks en estos 23 años transcurridos desde su última final (1998/99, porque de títulos tendríamos que irnos medio siglo atrás, hasta 1972/73), llevaría demasiadas líneas, e incluiría como uno de sus mayores fracasos la etapa de Phil Jackson como responsable de operaciones. Una de las última decisiones de Phil fue elegir en la primera ronda del draft del 2017 a Frank Ntilikina en el puesto 8, dejando pasar, entre otros, a Donovan Mitchell. 

Mitchell, justamente, es el caso que nos convoca hoy, porque 5 años después, los Knicks quieren desesperadamente hacerse con el hombre de Utah, pese a que tiene un contrato hasta el 2026 con la franquicia mormona, tras una extensión firmada hace 2 años. Su chance de lograr el arribo de la estrella del Jazz pasa por la paciencia que se le está acabando a Donovan, de seguir en un equipo que no logra ir por el anillo, en un mercado chico, y con Rudy Gobert de compañero, con el que tuvo un cruce hace dos años que no terminó de arreglarse. 

Los caminos que llevan a Mitchell a los Knicks son varios, según el New York Post. El ahora GM de NY, Leon Rose, es su exagente (Creative Artists Agency), su actual agente es exempleado de Rose en CAA, Walter Perrin, hoy asistente de Rose, fue el que llevó a Mitchell a Utah y un exasistente del Jazz está hoy en el cuerpo técnico de los Knicks: Johnnie Bryant. Todo muy similar a los Lakers, ¿no? Es más, el resto de los agentes apuestan a cuándo una estrella de la CAA irá a los Knicks. 

Pero no es tan fácil. Si Utah pierde ante Dallas en primera ronda, es muy probable que Mitchell pida el trade, pero eso solo no alcanza. Primero, porque los Knicks no tienen mucho patrimonio para entregar (¿Julius Randle, RJ Barrett?). Segundo, porque Utah tuvo dos incorporaciones que tendrán un rol central en el futuro cercano. Uno, Danny Ainge, el gran constructor del actual Boston, que es CEO del equipo desde fines del año pasado. Y otro, Dwyane Wade, socio ahora de la franquicia. ¿Alguien imagina vendiéndole espejitos de colores a Ainge?

Encima, el otro gran interesado por Mitchell es Miami Heat, y si Wade tiene que negociar con alguien, seguramente preferirá a la franquicia con la que logró 3 anillos de la NBA, que además tiene muchas más cosas interesantes para ofrecer. Por otro lado, tanto Ainge como Wade van a querer que Mitchell se quede. ¿Será el momento de la partida de Gobert? Desde el incidente que hizo explotar la pandemia en marzo del 2020 (recordemos que la NBA se paró por el contagio de Gobert), nada fue igual. Y Utah ya no es el mismo. Se fue Joe Ingles, y nadie los coloca como aspirantes en el Oeste. Por eso, a esperar cómo le va en los playoffs para empezar a ver más claridad en el futuro de Mitchell.