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Los traspasos de la NBA son de las cosas más atractivas que tiene la liga, porque pueden cambiar el rumbo de la misma en un abrir y cerrar de ojos. En esta oportunidad, dos conjuntos que no están del todo encaminados para competir por grandes cosas podrían cambiar la cara con un movimiento que sería una bomba en la liga.

Estamos hablando de los Pelicans y los Atlanta Hawks. Ambos empezaron a tener buena relación a partir de la llegada de Dejounte Murray a Nueva Orleans. Lo que se está barajando es la posibilidad de que Brandon Ingram, que la temporada que viene pasará a ser agente libre, llegue al equipo del halcón y le dé más profundidad, generando una interesante dupla junto a Trae Young.

El puesto de pivote no está muy bien cubierto en el equipo de Nueva Orleans, que no ve con malos ojos el hecho de que llegue un jugador como Clint Capela para reforzar. También podría ingresar un gran tirador que aporte desde el banco, como Bogdan Bogdanovic. McCollum, Williamson, Murray (lesionado por tiempo indefinido), Alvarado y compañía forman un plantel que podría pelear puestos altos en el Oeste. Los Hawks arriesgarían, pero le darían a Trae esa segunda espada que nunca tuvo.