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Cada año se entregan más premios individuales en la NBA al final de la temporada regular y, en esta oportunidad, fue Minnesota Timberwolves el equipo que se llevó más condecoraciones. 

En primer lugar encontramos uno de los premios que más intriga generaba, Rudy Gobert se quedó por cuarta vez en su carrera con el Defensor del Año. El interno de Minnesota, con 72 votos al primer lugar y 433 puntos totales, superó a su compatriota Victor Wembanyama, que logró 245 puntos, y a Bam Adebayo, que fue tercero pero lejos, con 91 puntos en total.

Naz Reid coronó la mejor temporada de su carrera con el premio al Mejor Sexto Hombre. El jugador se convirtió en el primero de los Timberwolves en lograr el galardón, superando con 352 puntos y 45 votos al primer puesto a Malik Monk, que sumó 342 puntos y 43 votos al primer lugar, y a Bobby Portis, que tuvo 81 puntos en las votaciones. Se trata del menor margen en puntos entre primero y segundo desde que comenzó el formato actual de votación en la 2002/03.
 

El premio Twyman-Stokes reconoce al jugador considerado el mejor compañero de equipo basado en el juego desinteresado, el liderazgo dentro y fuera de la cancha como mentor y modelo a seguir para otros jugadores de la NBA, y el compromiso y dedicación al equipo. Quien fue galardonado en esta ocasión fue Mike Conley. No es la primera vez que lo gana, ya que también fue reconocido en la temporada 2018/19.

La NBA explicó también que Karl Anthony-Towns recibirá el Trofeo Kareem Abdul-Jabbar por su defensa del derecho al voto, así como por su trabajo en los sistemas de justicia y educación. Russell Westbrook, Bam Adebayo, CJ McCollum y Lindy Waters III fueron los otros finalistas.

Ahora Minnesota se encuentra en las semifinales de la Conferencia Oeste y le está ganando la serie a Denver Nuggets por 2 a 0. El sueño de coronar este año con el anillo de campeón está latente. Anthony Edwards se encuentra en un nivel de MVP y por eso aspiran a que todos estos reconocimientos individuales se unan para lograr el tan esperado campeonato. Si pasan a Denver, ya nadie podrá impedirles soñar.