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Hay jugadores goleadores, defensores y trabajadores. En la NBA hay poco lugar para jugadores con pocos puntos en las manos. Este caso que tomamos tiene, además, más faltas que puntos en su carrera. Es el casi del interno Michael Ruffin.

Ruffin fue un interno de 2.03 de altura que jugó nueve temporadas en la NBA. Fue elegido en el Draft de 1999 en la posición 32 por Chicago Bulls. Llegó allí proveniente de la Universidad de Tulsa.

Su reputación siempre fue la de ser un buen defensor y no caracterizarse por convertir puntos, con 3.9 rebotes a lo largo de su carrera. Sin embargo, lo que llama la atención es que, en 414 partidos en fase regular, Ruffin promedió 1.7 puntos y 2.3 faltas por partido.

Su aporte en el costado defensivo fue importante, dado que jugó hasta 2009 y pasó por Chicago, Philadelphia, Utah, Washington, Milwaukee y Portland. También jugó en la Liga española, con una mejor tarea ofensiva y medias de 5.6 puntos y 7.6 rebotes por juego, mientras que tuvo 3 faltas promedio en sus pasos por Lleida y Manresa.

Su paso más recordado fue por los Wizards, donde tuvo una actuación desafortunada que terminó en un buzzer beater de sus rivales, los Raptors. “Me hizo querer pelear con él” dijo su por entonces compañero Gilbert Arenas.

No meter puntos y mantenerse en la NBA es posible, sino que lo confirme Michael Ruffin.