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Leandro Bolmaro llegó a la NBA después de su primera temporada afianzado en Barcelona, donde fue importante para Saras Jasikevicius, y luego de su participación en la Selección Argentina en los Juegos Olímpicos de Tokio.

El argentino arribó a la NBA con el objetivo de conocer y buscar su lugar ne la mejor liga del mundo. Tomado como parte importante del futuro del a franquicia, los Timberwolves le dieron lugar a su desarrollo con un entrenamiento incansable, donde trabajaron su tiro, el dribbling e hicieron un trabajo físico para adecuarse a las exigencias de esta liga.

Tuvo sus momentos en el equipo, con titularidades en dos oportunidades durante diciembre, cuando las lesiones y las bajas por Covid le abrieron una puerta. Poco a poco le tomó la mano al ritmo de juego y se acentó, aunque su norte de desarrollo estaba claro.

En ese contexto, bajó a la G-League con el equipo filial de Minnesota, Iowa Wolves. Allí tomó muchas mayores responsabilidades, fue la manija del equipo cada vez que estuvo en cancha y tuvo vía libre para tirar y tomar decisiones en ofensiva. Allí tuvo medias de 13.5 puntos, 5.1 rebotes y 6 asistencias, con un promedio de 5.4 triples por juego y 12.3 tiros totales. En el debe están sus porcentajes de tiro, con 27.1% en triples y 43.7% de campo, aunque se lo vio tirar con mucha mayor naturalidad de larga distancia.

Después de terminadas las idas y vueltas entre el plantel de NBA y el de G-League, tuvo poca participación. Entre enero y abril solo superó los diez minutos en el último juego de la fase regular ante Chicago, donde registró 11 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias en 18 minutos en cancha, todas máximas en su corta carrera. Allí demostró algo de su crecimiento y lo que puede venir para él, aportando intensidad desde el banco, sobre todo en defensa, y sin dudas a la hora de las ofensivas.

Finalizó la campaña con 35 partidos disputados y 6.9 minutos de promedio, en los que produjo 1.4 puntos, 1.3 rebotes y 0.6 asistencias, con un 27.8% de tres y 31.5% en tiros de campo. Será una postemporada para seguir trabajando en su acondicionamiento físico y técnico, para buscar en su segundo año una mayor regularidad en el equipo de Chris Finch.