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No haremos a spoilear la serie de HBO Max que habla de los Lakers de los 80 (Winning Time), pero sí nos referiremos a una historia contada en el capítulo 5 de la serie, de lo más grotesco que seguramente va a tener la historia de los creadores del Showtime. 

Para la misma temporada que Magic Johnson entró al equipo (1979/80), y que es la que cambia la historia de la franquicia, los Lakers sumaron a una leyenda como Spencer Haywood. Este ala pivote de 2.03 metros, de 30 años en ese entonces, había jugado un solo año en la NCAA con promedios exhorbitantes (32 puntos y 22 rebotes en Detroit), había sido goleador de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 1968 y, en la ABA (la que luego se unió a la NBA), fue figura absoluta. 

En la NBA arrancó en Seattle, luego se fue a los Knicks y, antes de los Lakers, tuvo un paso corto por el Jazz, cuando tenía sede en New Orleans. A Los Angeles llegó como sexto hombre interior, con buena capacidad anotadora y rebotera, aunque traía toda una historia oscura por su adicción a la cocaína. LA era un lugar ideal para él, casado en ese entonces con una de las modelos top del mundo, Iman. 

Su paso por los Lakers no fue el mejor, y eso queda reflejado en la serie, pero no es por eso que hicimos este informe, sino por dos anécdotas que marcan de lleno la locura de Haywood. Primero, su confesión (en la serie), de que siendo niño, se había autocircuncidado el pene con una piedra y una navaja. Se lo cuenta a Michael Cooper, que no puede creerlo: "Agarré mi pene, como si fuera una víbora, y lo corté", dice Haywood. 

Spencer fue cortado por Paul Westhead por quedarse dormido en una práctica por su adicción a las drogas, se fue un año a jugar al Venezia de Italia y volvió para terminar su carrera con dos años en los Washington Bullets. En el 2015 fue ingresado al Hall of Game y hoy tiene 73 años. En los próximos días contaremos su historia completa, porque fue alguien que incluso cambió las reglas de la NBA. Para que no parezca que su mayor mérito fue cortarse el pito.