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Desde el inicio de la temporada se supo que LeBron James podía romper varios records durante este año. El primero que rompió fue el 19 de enero en un partido donde los Lakers cayeron por 111-104 ante Indiana Pacers. Allí James anotó 30 puntos y 12 rebotes y se convirtió en el único jugador de la historia de la NBA con más de 30.000 puntos, 10.000 rebotes y 9.000 asistencias. Ese partido se convirtió también en el tercer jugador activo con más rebotes de toda la liga, solo por detrás de Dwight Howard y DeAndre Jordan.

Lo que ocurrió el 12 de febrero también quedará en la historia. No solamente por el partidazo que protagonizaron Golden State Warriors y Los Angeles Lakers, sino también porque LeBron James consiguió un nuevo record individual y se convirtió en el máximo anotador de toda la historia de la NBA sumando temporada regular y playoffs. El exjugador de Cleveland y Miami logró ayer un total de 44.157 puntos en toda su carrera y se subió al primer escalón del podio en dicho rubro.

Faltaban siete minutos para que finalice el tercer cuarto y ya el rey estaba jugando un partido bárbaro con un total de 18 puntos y 8 rebotes. El momento estelar de la noche llegó tras un pase de Anthony Davis y allí LeBron encestó un triple importante para acercar a su equipo a la mínima diferencia en el marcador (75-74 parcial para Warriors) sino que se subió desde ese entonces al primer lugar en el ranking de máximos anotadores en la historia de la NBA.

James lidera la tabla con 44.157 puntos y sin dudas que esta marca empezará a aumentarse a partir de su próximo partido. Kareem Abdul Jabbar es el segundo del ranking con 44.149 y Karl Malone completa el podio. La leyenda de los Jazz anotó en toda su carrera un total de 41.689 unidades.

La lista la completan Kobe Bryant con 39.283 puntos, Michael Jordan con 38.279, Dirk Nowitzki con 35.223. Los diez máximos anotadores se completan con Wilt Chamberlain (35.026), Shaquille O’Neal (33.846), Tim Duncan con 31.668 puntos y Hakeem Olajuwon, quien anotó 30.701.