NBA

Joakim Noah, el experimento fallido de los Knicks

08:45 25/11/2022 | El pivote fue una apuesta de las oficinas en la agencia libre, pero le dieron el peor contrato en la historia y nunca pudo funcionar.

Noah en su etapa con New York

Cuando los Knicks le ofrecieron a Joakim Noah un contrato de cuatro años y 72 millones en 2016, parecía demasiado para un jugador que promedió 4 puntos la temporada anterior. La química en New York se quebró rápido cuando las lesiones y las peleas  convirtieron a Noah en el peor fichaje en la historia de la franquicia.

Antes de que Noah se pusiera la camiseta de los Knicks, fue un ivaluarte defensivo en Chicago Bulls y ganó el premio al Jugador Defensivo del Año en 2014. También jugó un papel decisivo en los Playoffs de los Bulls en 2011, donde llegaron a las Finales de la Conferencia Este.

En la temporada 2015-16, Noah sufrió una lesión en el hombro que lo limitó a solo 29 juegos. Los Knicks vieron la lesión de Noah como algo "normal" y, bajo el estricto pedido de Phikl Jackson, su General Manager, le ofrecieron un contrato gigantesco cuando llegó la agencia libre. Los Knicks queían lograr cosas importantes con Carmelo, Porzingis, Derrick Rose y una pieza extra. Pensaban que Joakim podría ser lo que faltaba, pero se llevaron una decepción enorme.

Noah sufrió una lesión en la rodilla y tuvo que someterse a una cirugía. Mientras estaba en rehabilitación, fue sancionado por 20 juegos tras haberse descubierto una violación al código anti-drogas de la liga. Noah promedió 5.0 puntos y 8.8 rebotes durante 46 juegos en su primera temporada con los Knicks, ganando 18 millones anualmente. 

La siguiente temporada fue aún peor: se metió en muchas discusiones con Jeff Hornacek, el entrenador de la franquicia, hasta que en un punto lo llevó al extremo y los Knicks decidieron cortarlo, debiéndole 36 millones restantes de su contrato, que según la regla "waive and stretch" pudieron pagarle 5 millones cada año durante las siguientes 7 temporadas, con el pivote estando ya retirado y fuera de la actividad. Sin duda alguna, al menos en New York Knicks, aquel fue el peor fichaje en la historia.

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