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Ninguna maniobra en la hoja de ruta de los LeBron Lakers ha podido evitar lo inevitable: James Harden no se moverá de la ciudad pero tampoco de equipo. La Barba continuará exactamente en donde está.
Por fuentes de Shams Charania de The Athletic, el cero veces campeón de la NBA tratará, un año más, de matar dos pájaros de un tiro y llevar la gloria del campeonato a dos entes que no la conocen: los L.A. Clippers y él mismo. El acuerdo por mantener sus servicios será de otros dos años y 70 millones de dólares. Eso significa que si culmina su contrato (algo difícil de prever tratándose de Harden) se mantendrá vinculado a la franquicia hasta casi cumplir los 37 años.

De este modo, Steve Ballmer apura el poso de su gran y, hasta la fecha, fallida inversión, blindando la continuidad de dos de sus tres grandes estrellas (además de Westbrook), Kawhi Leonard y James Harden. Mientras que  

Paul George, que acaba de rechazar su opción de jugador para ser agente libre, aún tiene mucho que meditar y diversos equipos con los que reunirse antes de decidir si cambiar de aires o darse otra oportunidad con un Big Three que agoniza y en un destino que parece maldito.

En su único año como jugador de los Clippers, Harden ha promediado 16,6 puntos, 8,5 asistencias y 5,1 rebotes en 72 partidos y 34,3 minutos de juego, dando un salto más en su juego en playoffs, pero insuficiente para batir a los Dallas Mavericks que supieron aprovechar la baja de Kawhi.

Golden State Warriors ha cortado a Chris Paul, que pasa a ser así agente libre sin restricciones. Paul tenía un contrato no garantizado de 30 millones de dólares de cara a la temporada 2024-2025.

Ha sido Adrian Wojnarowski (ESPN) el primero en informar del movimiento de Golden State.

Paul, de 39 años, había completado su primer curso con Warriors ejerciendo la mayoría de la temporada como suplente. El base promedió 9,2 puntos y 6,8 asistencias en 26,4 minutos en los 58 partidos que afrontó, 40 de ellos partiendo desde la segunda unidad.