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Si hablamos de Shaquille O’Neal, tenemos que decir que fue uno de los pivotes más dominantes en toda la historia de la NBA. Con sus 2.16 metros y 147 kilos, el nacido en Newark, Nueva Jersey, el 6 de junio de 1972, en su primera temporada en la NBA tuvo números exorbitantes en sus estadísticas y gracias a sus 23.4 puntos y 13.9 rebotes por partido, se quedó con el rookie del año en esa temporada.

El 23 de abril de 1993 se produjo una de las jugadas más relevantes y recordadas de Shaq en toda la historia de la NBA. El interno penetró hacia el canasto con tres defensores encima, y volcó el balón de una forma tan violenta, que rompió el tablero del aro de New Jersey Nets en mil pedazos.

El partido estuvo demorado varios minutos, hasta que trajeron el aro de reemplazo para que pudiese continuar el partido. En dicho encuentro, Shaq estuvo 34 minutos en cancha y aportó 10 puntos, 5 rebotes y 5 tapas para el triunfo del Magic por 119-116 ante New Jersey Nets.

En dicho partido, hubo una muy destacada actuación de Nick Anderson, que anotó 50 puntos, con 17/25 en tiros de campo. Lamentablemente ese gran desempeño individual quedó totalmente opacado por la presencia de Shaq, ya que todas las miradas se quedaron con la rotura del aro en cancha de los Nets.

En un capítulo de la serie 30x30 que lanzó ESPN hace años, le dedicaron un fragmento de un capítulo a lo sucedido con Shaq, teniendo en cuenta que antes de su primera temporada en la NBA, el expivote se entrenó duro con Magic Johnson. Cuando le consultaron a O’Neal si fue intencional esa volcada, el por entonces jugador de Orlando no dudó en contestar que sí.