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Ya se conocían compactos de jugadores como Elgin Baylor ejecutándolo hace más de 50 año, o los viejos yugoslavos lo realizaban en Europa en 1960. Hasta había llegado a principios de los 90 a la NBA de la mano de Sarunas Marciliulionis.

Pero llegó un argentino en 2002 allí y a partir de ahí lo popularizó de tal manera que hizo que muchos creyeran que era suyo propio. El Eurostep de Manu Ginóbili es su movimiento con excelencia, aquel que le permitió esquivar grandes defensores y lograr puntos clave para sus Spurs.

Desde su primer partido ante los Lakers, hasta el último ante los Warriors, Ginóbili hizo del Eurostep su marca de referencia y un movimiento que le permitió establecerse en la liga. A partir de su velocidad de ejecución, movimiento del cuerpo, el arte del engaño con la mirada y la definición con ambas manos, Manu hizo una obra de arte que es admirada por muchas de las grandes figuras de la actualidad.

Hoy en día sus principales imitadores, James Harden, Luka Doncic o Giannis Antetokounmpo, muestran su admiración por el argentino y por el revolucionario movimiento. Tan importante es, que NBA TV definió el movimiento del bahiense como el mejor en la historia de la NBA, dejando atrás el Skyhook de Kareem Abdul-Jabbar o el fadeaway de Michael Jordan, por nombrar algunos de los competidores.