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El trash talk es una de las formas en las que algunos jugadores intentan desmoralizar a sus rivales para poder sacarles ventaja, desconcentrarlos, y que eso sea un beneficio para su equipo para ganar encuentros. Algunos lo hacen de manera que no se note  tanto mientras que otros son más ampulosos, como Draymond Green. El interno de los Warriors es conocido por hablarle basura a sus rivales, tanto jugadores como entrenadores, pero también a los árbitros, con quien suele tener discusiones acaloradas.

Pero para Green sí hubo un imposible y fue Tim Duncan. La estrella de los Spurs no fue víctima de las habladurías del jugador de Golden State. Por lo contrario, lo dejó en ridículo. Así lo confesó el propio Draymond. En una entrevista a ESPN, contó: “Cuando era novato, traté de hablarle tonterías a Tim, y él era como un árbol mirándome fijamente. En ese momento me di cuenta de que, durante el resto de mi carrera, era mejor no hablar con él. O bien, uno, no me respondería porque no me respeta. O bien, dos, no me respondería porque así es él. O bien, tres, ambas cosas. Pensé que esa sería la última vez que le diría tonterías a Tim. Y esa fue la última vez”.

Luego, agregó: “Después de eso, cada vez que se caía, yo era la primera persona en ayudarlo a levantarse, como si fuera su compañero de equipo”. Cuando Draymond llegó a la NBA, en 2012, Tim ya tenía cuatro anillos de campeón y era el jugador franquicia de los Spurs, uno de los internos más dominantes de la liga. En el historial entre ambos, Duncan lo dominó por 11-5.