Basquetplus.com

La NBA entera se sorprendió cuando en el draft 2003 los Pistons decidieron elegir en el segundo puesto a Darko Milicic. Dejaron detrás a grandes leyendas como Carmelo Anthony, Chris Bosh y Dwyane Wade, que completaron el top 5 de aquella edición.

Sin embargo, el pivote nunca alcanzó el potencial que se le vaticinaba y su máxima de puntos fue de 8.8 en la 2010-11. Después de solo 467 partidos. En una profunda entrevista con Blic, el exjugador que terminó siendo hasta luchador, contó: “Yo era europeo y pensaba que era un regalo del cielo”.

“No puedes entrar a la NBA a los 18 años y pensar que eres el más inteligente. Te devorarán. Tienes que trabajar. Eso es lo que esperaban de mí. Fui a un equipo con calibre de campeonato y no respeté ellos”.

En este sentido aceptó que no estaba preparado para ir a la mejor liga del mundo desde lo mental: “La NBA es un gran paso y en mi cabeza todavía era un niño. Intenté enfrentarme a todos, pensé que era el más inteligente y el más talentoso, y traté de ser ese jugador que no podía fallar”.

Y ahondó en sus sensaciones actuales: “Muchas personas están tratando de contar historias sobre mí, sobre quién soy y qué me gusta hacer, sobre cómo terminó mi carrera y cómo debería seguir jugando baloncesto hasta el día de hoy. Pero nunca entendieron por lo que pase. Nunca se dieron cuenta de que esta era la parte más difícil de mi vida. Y, por supuesto, no podía imaginar, cuando tenía 16 o 17 años, que el baloncesto se convertiría en mi pesadilla”.

A su vez, agregó: “Encontré un camino de tierra frente a mí. El principal problema mientras Estaba en Estados Unidos porque estaba tratando de encontrar la razón por la que no podía tener éxito. No me miraba al espejo sino a las personas que me rodeaban, pensando que querían lastimarme”. Y completó la autocrítica: “Pensé que era perfecto. La cagué, lo único que hice fue hablar. Estaba hablando todo el tiempo. Si hubiera trabajado tanto como hablaba, todavía estaría jugando al baloncesto”.

Sobre su mal paso por la NBA explicó: “Culpé al mundo entero. La NBA fue una experiencia dolorosa para mí y la gente no puede entenderlo. Pensaban que yo era el tipo que estaba feliz de estar en la liga. Pero ese no fue el caso. Sé quién soy y sé lo que puedo hacer. Quiero dar un paso adelante y ser un líder”. Por otro lado, criticó el individualismo en la liga “Vi gente a la que lo único que les importaba era obtener las estadísticas y ver cuántos puntos y cuántos rebotes tenían en el partido. No les importaba si el equipo perdía o no. No podía creer lo que estaba pasando delante. de mis ojos”.

Y cerró relatando sus bajos momentos en sus inicios con los Pistons: “Él me agarraba y decía: 'Eres un imbécil, hueles a mierda'". No me importaba. Olí a alcohol, pero no estaba interesado. Salía del club a las 7 am y tenía práctica a las 9. Quería demostrarles que estaban equivocados por no jugar conmigo. Tenía 18 años en un equipo campeón y estaba borracho en la práctica. Quería tener éxito. Pero todo estuvo mal”.