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Luka Doncic tiene apenas 22 años, pero pese a su juventud, es uno de los jugadores que domina la competencia en la que participe. Así lo hizo en el Real Madrid en los últimos años que estuve, ganando la Liga ACB, Copa del Rey y Euroliga, también impuso su calidad con el seleccionado de su país, Eslovenia, al cual guió para ganar el Eurobasket 2017.

En su llegada a la NBA poco le costó la adaptación y rápidamente mostró su jerarquía, su mentalidad ganadora, su potencial y todo lo que era capaz de hacer. En su temporada estreno, fue elegido Rookie del año.

En la segunda temporada su protagonismo creció y los Dallas Mavericks volvieron a participar de los playoffs tras tres ediciones de no hacerlo. En el cuarto partido de la primera fase, ante Los Ángeles Clippers, los Mavs no contaron con la presencia de Kristaps Porzingis, la otra estrella del equipo, pero eso poco le importó al esloveno.

Doncic sacó la cara por su equipo y destrozó a los Clippers y todas sus figuras, encabezado por Kawhi Leonardo, Paul George y Reggie Jackson; anotó 43 puntos, tomó 17 rebotes y repartió 13 asistencias en 46 minutos de juego, el partido se definió en tiempo suplementario con un triple sobre la chicharra, ¿de quién? ¿Podía ser de otro jugador que no sea Luka Doncic? Claro que no. El esloveno tiró encima de la marca de Jackson y los Mavericks ganaron 135-133 y empataron la serie en dos.