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Chicago Bulls fue una de las grandes dinastías que tuvo la NBA en su historia. Encabezados por Michael Jordan logró conseguir dos tripletas consecutivas cada una de ellas. Solo su detuvo su paso ganador cuando Su Majestad decidió retirarse, por un par de años.

Pero Jordan no estaba solo, Scottie Pippen fue su gran ladero. Aunque lo acompañaban varios jugadores que formaban un sexteto formidable e inolvidable como Ron Harper, Luc Longley y Toni Kukoc, éste viniendo desde el banco de suplentes. Algunos actores fueron cambiando con el paso de los años.

Cada uno de los distintos integrantes del plantel tenía su rol definido dentro del equipo. En el caso de Longley, un interno australiano de 2.18 metros, su tarea estaba centrada, principalmente, en situaciones de rol, sin mucho protagonismo. Sus acciones se basaban poner cortinas, rebotear, defender a los grandes del equipo rival y poder convertir aquellos tiros que le dejaba el juego tras una asistencias o mismo en algunas acciones en el poste bajo donde tenía cierta habilidad para jugar de espaldas al aro.

En este contexto, Longley no solía tener partidos con grandes destaques estadísticos. Pero en una ocasión, tuvo una gran actuación y Jordan lo reconoció, pero luego se arrepintió. Así lo confesó el mismísimo MJ en una entrevista: “A Luc no va le gustar esta anécdota. Recuerdo un partido con Utah en 1998 en el que Longley iba al término del primer cuarto 12 puntos, 4 rebotes y 4 tapas. Entonces me acerqué y le grité ‘así se juega, carajo, si sigues así los vamos a pasar por arriba’”.

Lamentablemente para Chicago, la actuación de Longley terminó como venía siendo.  No hizo nada más y Jordan se lo recriminó: “Terminó el partido y la planilla de Luc decía 12 puntos, 4 rebotes y 4 tapas, íbamos ganando por quince, terminamos perdiendo por 16. Lo miré y le dije ‘¿sabes que Luc? Es la última vez que te felicito en medio de un partido”.