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No solamente Kyrie Irving tuvo problemas por no vacunarse contra el coronavirus. El base de los Nets disputó muy pocos juegos para su equipo y es una de las principales causas del mal desempeño de los dirigidos por Steve Nash. Pero no fue el único damnificado.

El histórico árbitro Ken Mauer estuvo arbitrando la mejor liga del mundo por 36 temporadas. Empezó en el año 1986 y arbitró un total de 1946 partidos (1717 en temporada regular y los restantes por playoffs) y es recordado por ser uno de los jueces en la serie final entre Miami Heat y Dallas Mavericks en el año 2006, campeonato que se quedaron lo Heats de Wade y O’neal.

Mauer no solo fue noticia en los últimos días, también estuvo acusado en el año 2000 por evadir impuestos y no declarar billetes de avión como ingresos propios. Además de pagar una multa de más de 26.000 dólares, el árbitro fue condenado a cinco meses de prisión, más otros cinco de arresto domiciliario. También debió realizar 800 horas de servicio comunitario a cumplirse a partir de 2001.

 En el programa televisivo estadounidense llamado Fearless, el árbitro fue invitado a una entrevista y lanzó polémicas declaraciones. Primero afirmó que debió dejar el arbitraje por no querer recibir la vacuna de Covid-19 acusando que la misma la crearon con tejido fetal abortado y que, al ser criado católico, le impide introducirlo en su organismo.

Luego el ahora ex árbitro confirmó que no solamente él estaba en contra de las vacunas. Según Mauer fueron 17 árbitros quienes se negaron a recibir la vacuna, pero finalmente accedieron para no perder el empleo. Según Ken: “Hay muchos árbitros que se vieron obligados a hacerlo porque tienen hijos, tienen familias y tienen cuentas que pagar. Ellos tienen miedo y yo no. Nunca me voy a poner la vacuna”.

Según el Convenio Colectivo de Trabajo estadounidense, uno de los requisitos más importantes para poder dirigir en la NBA era obligatoriamente estar vacunados contra el coronavirus, para no propagar la pandemia que arrojó tantas muertes a lo largo y ancho del mundo. Mauer no quiso hacerlo y se vio obligado a abandonar el arbitraje, principalmente por su firme creencia religiosa.

En otras declaraciones en la entrevista y justificando sus pensamientos, Ken Mauer dijo: “No me avergüenzo de lo que hago. Estoy muy orgulloso de lo que estoy haciendo. Estoy muy orgulloso de mi fe”.