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Michael Jordan es, sin duda, uno de los nombres más icónicos en la historia del baloncesto. Su impacto en el deporte va más allá de sus seis campeonatos de la NBA con Chicago Bulls. Sin embargo, cuando se analiza su desempeño con el Team USA, surge la pregunta: ¿Fue realmente el mejor jugador que ha vestido la camiseta de la selección estadounidense?

El Dream Team de 1992, en el que Jordan fue una pieza central, no solo cambió la trayectoria del baloncesto en Estados Unidos, sino que también impulsó el crecimiento global del deporte. Jugadores como Giannis Antetokounmpo, Nikola Jokic, Luka Doncic y Joel Embiid, todos ellos grandes figuras en la NBA actual, fueron influenciados por ese equipo. Sin embargo, a pesar de ser la cara del Dream Team, Jordan tuvo un rendimiento relativamente discreto en comparación con sus propios estándares.

En los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, Jordan promedió 14.9 puntos por partido, ocupando el puesto 19º en la lista de máximos anotadores del torneo. Sus porcentajes de tiro tampoco fueron sólidos (50% en tiros de dos, 20% en triples y 66% en tiros libres), muy lejos de su dominio habitual en la NBA. Es relevante recordar que sus contribuciones fueron más simbólicas que estadísticas. El mero hecho de que estuviera en la cancha era suficiente para inspirar a millones y cimentar el legado del Dream Team.

El Michael Jordan pre-Dream Team sí mostró un dominio total en competencias internacionales. En los Juegos Olímpicos de 1984, antes de la inclusión de jugadores NBA en los torneos olímpicos, Jordan fue el líder indiscutible del equipo estadounidense, promediando 17.1 puntos por partido y llevando a su equipo a la medalla de oro. Este desempeño, junto con su actuación en los Juegos Panamericanos de 1983, donde también lideró al equipo en anotación, fue un precursor de la grandeza que mostraría en la NBA.

A lo largo de 30 juegos con el Team USA, Jordan nunca perdió un partido, y sus logros individuales incluyen récords significativos, como el de más robos de balón en la historia olímpica con 49 y un promedio de 3.1 robos por partido. Estos logros, en su corta pero brillante carrera con la selección, subrayan su impacto en el baloncesto internacional.

Recientemente, Carmelo Anthony, una leyenda del Team USA con tres medallas de oro olímpicas, generó controversia al excluir a Jordan de su quinteto ideal de jugadores estadounidenses, optando por Charles Barkley en su lugar. Anthony justificó su decisión argumentando que Barkley tuvo un mayor impacto en el contexto de las competiciones FIBA, en comparación con Jordan, quien solo participó en una edición de los Juegos Olímpicos bajo las reglas actuales.

Si bien la decisión de Anthony puede parecer sorprendente, tiene mérito cuando se considera el impacto global de Barkley en 1992, donde lideró al equipo en anotación con 18.0 puntos por partido, superando a Jordan y otros compañeros de equipo estelares. También por encima de él estuvieron LeBron, Kevin Durant y el propio Carmelo Anthony, todos con cuatro medallas, KD con todas de oro. Kobe Bryant completó la selección, la Mamba también tiene dos oros tal como Jordan.

Michael Jordan será recordado como la cara del Dream Team y como el jugador que llevó al baloncesto a nuevas alturas globales. Sin embargo, al analizar sus contribuciones estadísticas y compararlas con otros grandes del Team USA, es evidente que su impacto fue tanto cultural como atlético. Aunque su rendimiento en la cancha en 1992 fue modesto, su legado y su influencia son innegables.

Pablo Catalá / [email protected] 
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