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El 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, en busca de generar conciencia sobre el impacto de la enfermedad en la salud de las personas y fortalecer la prevención, diagnóstico y tratamiento de esta patología. Y alguien que tiene su historia como profesional para contar es Lucas Gargallo, uno de los tantos deportistas que siendo insulino dependientes sigue adelante con su carrera.

El joven que actualmente juega en San Martín de Corrientes fue diagnosticado en 2012, luego de haber jugado con la Selección Argentina en el Mundial U17. En charla con Clarín contó: “De repente no podía dormir, iba ocho o nueve veces a hacer pis durante la noche, me agarraban infecciones, bajé muchísimo de peso, me daban calambres que me impedían jugar. Y terminé el torneo como podía, porque quería estar a toda costa. Volví flaquísimo, sin fuerzas, sin ganas de jugar. No podía ni entrenarme del cansancio que tenía”.

Y el punto de inflexión fue un juego entre Boca, el club donde se formó y debutó en la Liga, y Lanús, donde el médico Xeneize, David Severino, fue clave: “Le conté lo que me pasaba y enseguida me dijo que daba toda la sensación de ser un principio de diabetes -recapitula el hombre de Boca-. Me midieron el azúcar en sangre ahí mismo y tenía 400 y pico, 450. Me llevaron directo al hospital. Me querían internar. Estuvimos 4 horas con mi papá esperando que me bajara el azúcar y con los médicos explicándome la enfermedad”.

A partir de allí fue un periodo de incertidumbre: “Era chico, quería jugar, me divertía y me hacía feliz. Y de repente mi físico cambió mucho, no tenía ganas de entrenarme, estaba como deprimido y varias veces me planteé dejar”. Pero salió adelante y pudo seguir con su carrera y su sueño de ser jugador profesional: “Le metí mucho esfuerzo, le presté atención a la enfermedad y a cómo se trataba. Hoy soy insulinodependiente y todos los días me inyecto. Ya es normal, lo hago yo mismo, pero los primeros días era muy difícil”.

Ya con la situación asumida, expresó: “Está claro que se puede no sólo tener una vida normal, sino también hacer deporte de alto rendimiento de la mejor manera”.

Habiendo debutado en la 2013/14 con el Xeneize, Gargallo pasó seis temporadas en Boca, para después pasar por Hispano, Comunicaciones, Ferro y esta actualidad en San Martín de Corrientes. En el Santo parece haber encontrado un lugar para explotar, ya que lleva sus mejores números con 12.5 puntos, 3.3 rebotes y 3.2 asistencias en este comienzo de temporada.

Alejandro Malky / [email protected]
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