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Iniciamos hoy una serie de cinco capítulos, analizando a los jóvenes más destacados que está dejando esta temporada de la Liga Nacional que, obligada por la doble circunstancia pandémica-económica, ha forzado a la utilización de más chicos que lo habitual. Nuestros informes estarán divididos por año de nacimiento: el primero tendrá más categorías (2001-2004), para luego cada nota enfocarse en un año: 2000, 1999, 1998 y 1997. Arrancamos con los más chicos. 

Bautista Lugarini (Bahía Basket)
Fecha de nacimiento: 31 de enero de 2001. Altura: 2.06. Puesto: Ala pivote. 
Estadísticas 2020/21: 10.9 pts, 5.5 as en 24.8 min

Es el mejor de este grupo, con diferencia por ahora. El pibe de Bahía tuvo algunas lesiones el año pasado que impidieron que fuera más usado, pero tiene características de las que hoy se buscan como el agua: altura, versatilidad y tiro. Con 19 años, promedia en esta campaña 10.9 puntos y 5.5 rebotes en 24.8 minutos por encuentro. 

Como todos los de estos informes, tiene mucho por mejorar todavía, en todos los rubros, enfocándose quizá más en lo físico, donde tiene bastante margen para darle a su cuerpo una potencialidad que hoy todavía no tiene. También deberá mejorar el tiro, aunque tiene buena mano, pero va encaminado en todo. 

Maximiliano Araujo (Atenas)
Fecha de nacimiento: 13 de setiembre de 2002. Altura: 1.84. Puesto: Escolta.
Estadísticas 2020/21: 5.8 pts, 0.8 as en 17.8 min

La mayoría de los chicos de este primer informe son escoltas, lo que es bueno y malo al mismo tiempo. Bueno, porque no sobran los jugadores de esa posición en la Argentina, y malo, porque ya ha pasado muchas veces de jugadores jóvenes que pintan bien y se diluyen con los años. 

En el caso de Araujo, 18 años, ha demostrado en el equipo cordobés, donde tiene buenos minutos (17.8), una gran personalidad para tomar decisiones y una facilidad innata para meter puntos. Físicamente le falta mucho, pero en su primer año con tiempo en cancha, no es un mal comienzo. 

Federico Copes (Platense)
Fecha de nacimiento: 18 de junio de 2002. Altura: 1.99. Puesto: Alero. 
Estadísticas 2020/21: 5.4 pts, 1.6 rebs en 11.5 min

Copes es uno de los mejores proyectos de la Argentina en los chicos de su edad, con buena altura y buen físico para su posición (alero), además de buenos movimientos y buena capacidad atlética, algo difícil de encontrar a los 18 años. 

En Platense está teniendo finalmente una buena cantidad de minutos (casi 12), como para ir demostrando que puede ganarse cada vez más espacio en el equipo. Tiene que desarrollar más el tiro de tres puntos, aunque tiene la base. 

Facundo Tolosa (Bahía Basket)
Fecha de nacimiento: 12 de abril de 2002. Altura: 1.86. Puesto: Escolta. 
Estadísticas 2020/21: 4.6 pts, 2.2 as en 13.1 min

El año pasado fue una de las sorpresas del equipo bahiense, porque debutó en el medio de la temporada y demostró una caradurez increíble para jugar y, sobre todo, para tomar tiros difíciles con apenas 17 años. Tiene una mano dulce para su puesto, aunque este año no está demasiado certero. 

Físicamente está bien armado, es rápido, saca el tiro con velocidad y facilidad, por lo que sus mejoras más palpables pasan por hacerse más fuerte y, sobre todo, para mejorar en su visión de juego, aprovechando la atención que genera con su lanzamiento. 

Franco Méndez (San Martín)
Fecha de nacimiento: 7 de marzo de 2002. Altura: 1.85. Puesto: Escolta. 
Estadísticas 2020/21: 4.5 pts, 2.5 rebs en 14.1 min

Junto con Araujo de Atenas, uno de los dos que más sorprendieron en esta primera parte de la temporada de la Liga Nacional, sobre todo al principio, cuando San Martín lideraba la competencia siendo muy sólido, y el pibe se ganaba protagonismo. 

Vadell le dio responsabilidades, Franco las tomó y además generó otras propias, mostrando carácter y decisión. Tiene buen tiro, va bien al aro y pasa la bola. Todo lo puede, y debe, hacer mejor. Tiempo le sobra. 

Tomás Chapero (Bahía Basket)
Fecha de nacimiento: 10 de junio de 2001. Altura: 2.08. Puesto: Ala pivote. 
Estadísticas 2020/21: 2.6 pts, 2.6 rebs en 11.4 min

Físicamente se parece a los soviéticos de los años 90, altísimos, de brazos largos y andar errático, y es justamente lo que escasea en la Argentina. Chapero tiene 2.08, tira de tres puntos y corre la cancha, y lo que necesita es continuidad, minutos en cancha, equivocarse y aprender. 

Su tamaño y habilidades lo ponen en un sitio donde hay muy pocos jugadores, pero para llegar deberá ponerle muchas horas de trabajo a su cuerpo y a sus habilidades técnicas. Como ocurre generalmente con los jóvenes tan altos, todo le llega un poco más tarde que al resto, pero si lo recibe, puede ser un jugador clave.