Basquetplus.com

El final del partido en Boedo entre San Lorenzo y Boca, donde el Xeneize pasó a semifinales de la Liga, fue uno momento sumamente emocionante para Fede Marín. Es que el alero de 42 años terminó a viva lágrima y abrazado junto a su madre, evidenciando un posible final de ciclo como profesional.

Profesional desde 1998, cuando debutara en Estudiantes de Olavarría, esta temporada fue uno de los más longevos de la máxima división argentina. Ni hablar si se cuenta que se fue a los 15 años de Buenos Aires a jugar como reclutado al Bataraz. Y fue una gran campaña para el Pájaro, con 28 partidos en fase regular y 9.2 puntos de promedio y 9 unidades por juego en la postemporada, con los últimos dos partidos aquejado por dolores de espalda. A pesar de este problema, el alero no quiso perderse su posible último partido y disputó los últimos 2.32 del juego en el Pando con una visible emoción en sus ojos.

En la Liga disfrutaron del Pájaro, además de los olavarrienses, Belgrano de San Nicolás, Quilmes, Argentino de Junín (su único año en el TNA), Independiente de Neuquén, Quimsa, La Unión de Formosa, Quilmes de Mar del Plata, Estudiantes de Concordia, Ferro, Peñarol y San Lorenzo las últimas dos temporadas. Fueron 31 partidos en el viejo Torneo Nacional de Ascenso y 848 encuentros en la máxima categoría, igualando justo ante Boca a Marcelo Milanesio como el 12° con más juegos en la historia de la competencia.

Además, en Europa jugó en Pallacanestro Varese y Aironi Novara de Italia, mientras que en América tuvo pasos por Bodega Radio de Guatemala y Hebráica de Uruguay.

“Nose si fue el último porque no sabemos mañana dónde vamos a estar, pero si voy a tomarme unos meses para ir a casa a estar junto a mi familia. A esta edad no sabés qué puede pasar, lo tomo como si fuese el último” contó en charla con Fabián Pérez en la transmisión de TyC Sports.

Y agregó: “La idea no es que lo sea, todavía me queda jugar con mi hijo, que se lo prometí. Soy consciente que tengo 42 años y parar cuatro meses no es una tarea simple para alguien tan grande. Trataré de mantenerme y estar con mi familia, que los últimos 12 años vivimos más separados que juntos. Mi hija se va a estudiar, mi hijo necesita estar con su papá, ni hablar mi mujer que se hace cargo de todo. Es momento de parar un rato. Las prioridades cambian y demasiado tiempo lo dejé estar esto”.

“Durante el año volví a ser el que esperaba. La contractura en la espalda debe ser una gran parte emocional. No me declaro como jugador retirado, pero voy a parar y voy a tratar de disfrutar de esta parte linda que poco puedo disfrutar. Quiero estar hasta que terminen los chicos la escuela y ver si nos podemos mover juntos, estar más con ellos” agregó.

Sea como sea, Marín es un histórico de la Liga y ha dejado una huella en la competencia. Lo que decida será lo mejor.