NBA

El secreto mejor guardado en la carrera de Larry Bird

10:13 02/11/2020 | Antes de llegar a la NBA, el alero se fracturó un dedo jugando al sóftbol con su hermano. Según él, jamás volvió a lanzar de la misma manera.

Larry Bird, leyenda de los Boston Celtics. (Foto: BasketballForever)

Larry Bird ha sido una de las grandes estrellas que ha tenido la historia de la NBA, entre otras cosas, por su capacidad para lanzar el balón con prestancia y eficacia. Sin embargo, lo que pocos saben es que antes de llegar a la liga tuvo que cambiar su agarre de balón por completo debido a una lesión que casi pone en jaque su arribo a los Boston Celtics.

Ocurrió en 1978, un año antes de que se sumara a la franquicia pero posteriormente a ser elegido en la sexta posición del Draft por los de Massachusetts. Mientras jugaba sóftbol con su hermano, el alero intentó atrapar una bola y se fracturó uno de los dedos de la mano derecha. "Lo tenía destrozado. Su hermano cuenta que fue a verlo e incluso casi vomita por cómo le había quedado", declaró cierta vez Jackie MacMullan, periodista y autora del libro "Cuando el juego era nuestro" que retrata la rivalidad entre Bird y Magic Johnson.

El rubio de Indiana estaba ligado a los Celtics, pero todavía no había firmado un contrato con ellos. Esta lesión podía costarle la carrera, por lo que decidió no contarles lo que había sucedido. Sin embargo, terminaron enterándose y lo probaron en una práctica. Uno de los asistentes bajo el mando de Red Auerbach, por ese entonces ejecutivo principal de la institución, le aseguró a su superior que la mano de su nueva adquisición estaba maltrecha. El veterano exentrenador comenzó a intensificar el entrenamiento y exigió a Bird, que respondió de la mejor manera a pesar de su problema físico. "Luce bien para mí", sentenció Red.

Eventualmente, el joven arribó a la NBA y se convirtió en una sensación: ganó tres campeonatos con Boston, fue MVP de la temporada regular tres veces consecutivas, entró en dos ocasiones al Club del 50-40-90 y levantó el trofeo del Concurso de Triples en tres oportunidades al hilo. No obstante, según sus palabras, jamás volvió a sentir el balón como antes de la lesión que sufrió cuando estaba en la Universidad de Indiana State. Su agarre cambió completamente y, ante los logros posteriores, vale preguntarse cuánto hubiera mejorado alguien que igualmente emergió como una leyenda.

 

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