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España ha recorrido un camino muy similar al de la Argentina en el Siglo XXI. Empezó un poco después con una generación ligeramente más joven (la de Argentina tuvo su base en la clase 77, la de España en la clase 80), pero terminó superando a los argentinos en logros, ganando dos mundiales y siendo plata dos veces en los Juegos. Eso sí, el oro de Argentina en el 2004 es el deseo más fantástico que le queda a la Ñ. Darían cualquier cosa por él. 

Paradójicamente, lo que a la Argentina le ocurre con España, ese complejo o sentimiento particular que hace muy difícil ganarle, es muy similar al que los españoles tienen con los Estados Unidos. Argentina le ganó dos partidos fundamentales en estos 20 años, en Indianápolis 2002 y en Atenas 2004, mientras que España, si bien también le terminó ganando al ya destruido EEUU del 2002 por el quinto puesto, en los Juegos siempre se vio sin ese plus necesario para romper la leyenda. 

En el 2004, España fue posiblemente el mejor equipo del torneo. Perdió un solo partido, y fue justamente el de cuartos de final, ante los norteamericanos, que habían empezado a los tumbos (perdieron contra Puerto Rico y Lituania), pero que los venció psicológicamente y con un Marbury a pleno. Los yanquis repitieron en las dos finales siguientes: Beijing 2008 y Londres 2012. Ambas pudo haberlas ganado España, pero faltó algo. Y en Río, los españoles empezaron tarde a jugar y en semis, una vez más, los dejó sin chances Estados Unidos, nuevamente ganando por poco, 82-76. 

¿Qué puede ocurrir ahora? Está claro que España no tiene el potencial del 2008 y el 2012 y posiblemente tampoco el del 2016, donde Pau Gasol todavía estaba a altísimo nivel. Dos años sin jugar hicieron mella en su juego y en su cuerpo, como también el tiempo lo hizo en varios otros de los veteranos del equipo, como su hermano Marc, Chacho Rodríguez, Sergio Llull y, en menor medida, Rudy Fernández. España es el equipo más veterano del torneo, con diferencia, con una media de 31 años y 2 meses, pero el sistema de juego le calza perfecto. Pocos partidos (6 si llega al día de las medallas), y jugando cada 3 días. 

Scariolo juntó un plantel con todos los mejores nombres posibles. Le quedó afuera Mirotic (o Ibaka), los nacionalizados que prefirieron descansar, pero después pudo llevar todo lo que tiene. Disimulará la dinámica del resto con oficio y el correr con la sabiduría, aunque el italiano tienen muchas variantes posibles para presentar en cancha. A último momento perdió finalmente a Juancho Hernangómez, un jugador para el que no tiene reemplazo de iguales características. Igual, potencialmente es un candidatazo.

En el Mundial demostró que sacando a Estados Unidos, domina al resto por juego y por confianza. Pau siempre le ha subido ese límite con su presencia. Su problema es Estados Unidos. Si lo esquiva, es el principal candidato al oro. Si se le cruza en el camino, habrá que ver hasta dónde llega ese karma que lo persigue y que le ha impedido completar su vitrina de trofeos.