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Los entrenadores tomamos decisiones para afrontar partidos, muchas, y hacemos planes previos con el cuerpo técnico que a veces tienen una gran cantidad de variantes, sobre todo cuando los que lo llevan adelante tienen una historia juntos haciendo diferentes cosas. Por eso esto no es una crítica, sino una descripción de las cosas que pueden pasar pese a estar bien preparado.

Puede pasar que el jugador de otro planeta que tiene el rival derribe todos los planes y entremos en la franja del engaño y el talento, un lugar donde la enumeración de las diferentes defensas que Argentina propuso, con diferentes ejecutantes, sea abrirnos a la opinologia con términos para pocos, para más que nada mostrar que uno sabe, pero la verdad es que he leído todas las previas y Argentina hizo lo que todos pensamos, casi que nos cumplió todos los deseos. Hizo un poco de todo, probó y probó y Doncic "el Harden blanco", manejó ese segundo que siempre tiene el ataque de ventaja como si fueran 3 segundos.

Con lectura, técnica y tiros consecutivos abrió una brecha inicial que dejoó la moral argentina encerrada en que el partido era solo detenerlo a él, algo que es casi imposible, algo que no pudo hacer ningún equipo del Repechaje Olímpico, ni siquiera Lituania, que posee el potencial suficiente o superior. Pero detrás de Luka hay un gran equipo, que te castiga todo, que defiende muy bien y que después de ganar el Eurobasket de 2017 con Luka de figura (pero con 19 años, acompañado por un pleno Dragic, el de Miami), les ganaron  a todos. 

Doncic, en el terreno FIBA, ganó mucho a su corta edad, con el Real Madrid y con su selección, que no fue al Mundial porque los NBA no pudieron jugar los clasificatorios, en una Europa por demás competitiva. ¿Por qué hablamos tanto de la calidad de Luka y de su selección? Para darnos un baño de humildad y nos ser arrogantes con la crítica y poner las cosas en perspectiva. Nosotros queremos respuestas fáciles a preguntas difíciles: ¿fue suficiente lo que hicimos?,  ¿el rival lo resolvió o lo hicimos mal?, ¿pensamos más en Luka que en nosotros?, ¿resolver en pocos segundos la posesión ofensiva exige mejor toma de decisiones o fallamos buenas decisiones?, ¿la ineficiencia nos dejó mal parados en la defensa de la transición? Tengo más, muchas más, que generalmente surgen en la derrota, porque ahí es donde surge la crítica, como dice Bielsa, con el mismo argumento con que antes eran elogiados (el alto pace, la ultra presión defensiva, etc).

Lo que estoy seguro y no necesita respuestas para mí es que era posible que Doncic juegue así y lo que me preocupa es el impacto del partido de Doncic en la mentalidad del equipo. Si se frustró, porque era algo muy probable que pase y si nos frustramos no pudimos hacer nuestra parte, aunque al final los 100 puntos hicieran parecer que si, aunque de la manera que fueron obtenidos sabemos que no fueron nutritivos.

Jugar como en remontada permanente nunca es bueno contra un equipo en plenitud de funcionamiento como Eslovenia. Demasiados rebotes ofensivos para un equipo que metía muchos triples, incluso contestados y desde el dribling en 1x1. La velocidad sin eficiencia termina favoreciendo al rival que encuentra incluso lo que no estaba buscando.

Es un juego, en donde uno hace lo que intenta menos lo que el otro no te deja hacer. Un círculo constante de construcción buscando un resultado, infinito, lleno de incertidumbre, con emociones que nos sacan de nuestro lugar y de nuestra realidad, que nos sacuden y nos devuelven a la acción. Es importante volver a la acción con buenas reflexiones. Este calendario y los rivales lo exigen. Volvamos a nuestro lugar. Las  personas que componen este equipo son buenas en volver y centrarse para la acción. Este partido dolió, pero es un partido. Hay que seguir y olvidarlo rápido y tal vez en muy poco tiempo Harden sea ´"El Doncic Negro" y todo sea menos dramático y comprensible.